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El pequeño doctor
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El pequeño doctor

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Un buen remedio para combatir el estreñimiento son las ciruelas pasas puestas en remojo. Se toman por la mañana en ayunas y por la noche antes de acostarse.

También son de utilidad las ortigas hervidas con leche, especialmente cuando se utilizan los brotes tiernos que salen en primavera. Esta leche hay que tomarla de forma regular cada mañana y en ayunas. A pesar de su sencillez, el método suele ser bastante efectivo. También suele dar buenos resultados para combatir los vómitos de bilis acompañados de migraña. Así mismo, la toma de ortigas tiernas en ensaladas proporciona excelentes resultados por su favorable influencia sobre la sangre.

Otro gran remedio para combatir el estreñimiento consiste en beber por la mañana, en ayunas, un vaso de agua bien caliente. Si esto no fuera suficiente, se pueden tomar entonces unas rodajitas de una pasta de higos que se elabora de la forma siguiente: se toman 100 g de higos, 100 g de uvas pasas, 20 g de hojas de sen (a ser posible pulverizadas) y de 20 a 50 g de semillas de lino recién molidas. Se mezclan bien estos componentes en una batidora o en un aparato parecido hasta formar una pasta bastante sólida, de la cual se toman unas rodajitas, según las necesidades.

Por otra parte, podemos elaborar una sopa contra la pereza intestinal. Se tomará por la mañana con un poco de pan integral o pan crujiente sueco. Esta sopa se prepara de la siguiente forma: se trituran granos de trigo y se ponen a hervir con agua, a la que añadiremos una cebolla pequeña cortada y un diente de ajo prensado. Después de la cocción se le agrega un poco de perejil finamente picado y una cucharada de aceite de oliva. Este sencillo desayuno ha liberado a muchas personas de su pereza intestinal. En casos rebeldes se le puede añadir semillas de lino molidas o de zaragatona.

Más adelante daremos la receta de una sopa vegetal especial contra casos especialmente rebeldes o difíciles.

Muchas veces el estreñimiento se puede vencer simplemente cambiando el régimen alimenticio, evitando, ante todo, aquello que favorezca el estreñimiento. En el caso de padecer periodos de estreñimiento de corta duración alternados con periodos de diarrea, conviene consultar a un médico para descartar la existencia de un tumor maligno en el intestino grueso.

Si el estreñimiento depende de factores anímicos o se debe a una cierta debilidad nerviosa, a cansancio excesivo o a estados de excitación, ante todo hay que procurar recuperar el equilibrio psíquico, dormir lo suficiente y saber relajarse. Además, si nuestra actividad laboral es excesivamente sedentaria, hay que realizar un mínimo de actividad física diaria.

Diarrea

La manzana, finamente rallada, es un buen remedio para combatir la diarrea, especialmente en los niños pequeños. También puede ayudar a detenerla la crema (papilla) de avena. Si los niños son mayores se les pueden dar copos de avena crudos, siempre que los mastiquen y ensaliven muy bien, y, si es necesario, que no tomen ningún otro alimento hasta que se resuelva dicho trastorno. En casos especialmente rebeldes disponemos de una planta medicinal sencilla pero muy valiosa, la tormentilla, que también se emplea para detener hemorragias.


Argentina (Potentilla anserina)

Cuando estamos ante una diarrea más seria, iniciamos el tratamiento tomando solo infusiones durante seis, doce o veinticuatro horas, según el estado y la edad del niño. Las infusiones más adecuadas se preparan con plantas como el pie de león, las hojas de arándano, la salvia, el liquen de Islandia o la argentina (Potentilla anserina), sin olvidarnos de la gran eficacia de la tormentilla31. Además de estos remedios, es conveniente neutralizar con carbón vegetal activo las sustancias tóxicas existentes en el tubo digestivo, cuya acción irritante puede condicionar la persistencia de la diarrea. También la arcilla blanca actúa de forma parecida. Las toxinas responsables de la diarrea pueden provenir del exterior con los alimentos y, al llegar al intestino, podrían causar trastornos intestinales. En otros casos, las toxinas provienen de procesos de fermentación y putrefacción intestinales, y contribuyen de forma secundaria a la persistencia del trastorno intestinal. De todos modos, en ambos casos, es decir, ante trastornos intestinales acompañados de diarreas, resulta apropiado emplear carbón vegetal activo.

Figura esbelta

Si has perdido tu esbeltez no recurras a curas inadecuadas. No es necesario tomar cinco o seis limones al día para adelgazar, pues podrías perjudicar el hígado. Te será más provechosa una dieta adelgazante razonable. Evita los alimentos que contengan fécula. Si crees que no vas a poder pasar sin comer carne, confórmate tomando un poco de carne de ternera. Aliméntate sobre todo a base de ensaladas, de tres a cinco tipos diferentes de hortalizas, que podrás complementar con verduras cocidas al vapor, alternando puerros, bulbos de hinojo, endivias, apio nabo, escorzonera y zanahorias. Por la mañana y por la noche también puedes comer fruta.

De vez en cuando, intercala un día en el que tomes exclusivamente zumos naturales (zanahoria, por ejemplo). En otoño puedes hacer también algún día de zumo de uva, preparándolo tú mismo con uva fresca y una licuadora.

Cuando uno adopta medidas para adelgazar, hay que evitar, ante todo, perjudicar la salud. Las señoras que presentan un excesivo acúmulo de grasa debieran probar con baños de asiento con sal marina y plantas que favorezcan la irrigación sanguínea. En la cocina, emplea solamente sal marina con plantas aromáticas y hortalizas frescas para condimentar las comidas. Los oligoelementos de la sal marina estimulan el metabolismo interno, lo que favorecerá la pérdida de algunos gramos que te sobran. Tomando conjuntamente algas marinas kelp conseguiremos aún mejores resultados.

Dolores de cabeza

Al aplicar compresas de cebolla o de rábano picante en la nuca, en las pantorrillas o en la planta de los pies podemos combatir las migrañas o cualquier otro tipo de dolor de cabeza que se vaya repitiendo sin cesar. Más de un estado inflamatorio que puede ocasionar muchas molestias puede ser vencido de esta manera. Los dolores de cabeza pueden ser debidos a diversos factores, por lo que la medida más importante a seguir es buscar la causa y tratar de eliminarla. El tratamiento meramente sintomático con analgésicos no es el tratamiento más adecuado y puede llegar a ser perjudicial. Entre las plantas medicinales, la petasita (Petasites hybridus) o sombrerera ha dado buenos resultados para combatir los dolores de cabeza.

Dolores faciales

En ocasiones pueden presentarse dolores insoportables en la cara, generalmente de tipo espasmódico, y cuya causa suele ser una irritación de los nervios faciales. El remedio más eficaz es la práctica repetida de chorros faciales con agua muy caliente, así como la aplicación de compresas húmedas calientes.

En casos difíciles, las aplicaciones húmedas calientes se hacen con saquitos de hierbas. Es preciso irlos cambiando a menudo, pues deben percibirse tan calientes como se pueda soportar. A veces hay que aplicarlos durante una buena media hora antes de notar que el dolor cede realmente. En caso de existir un foco purulento dentario (granuloma), una sinusitis o un glaucoma ocular estos sencillos remedios no son suficientes.

Utilidades de la plancha

Con la ayuda de una plancha de planchar ropa -usada con suma precaución- podemos conseguir buenos resultados en casos de dolores de los nervios, dolores de tipo reumático o dolores a consecuencia de un resfriado. Las partes doloridas del cuerpo se friccionan con aceite de hipérico o se coloca sobre ellas un pequeño paño empapado en este aceite, o de otro tipo, que sea de buena calidad. Acto seguido, colocamos un paño pequeño seco sobre el paño empapado de aceite o sobre la parte del cuerpo untada y hacemos deslizar sobre él -con suma precaución- la plancha caliente. Ello proporciona buenos resultados en zonas musculares del cuerpo, como los hombros, los brazos y las piernas. Por efecto del intenso calor el aceite se hace más fluido, de forma que penetra mejor en la piel. Podemos, así, aliviar o incluso hacer desaparecer tan enojosos dolores. De todos modos hay que prestar atención a que el paciente tolere bien el calor que se le aplica.

Cuidado de los riñones

Si los riñones no trabajan correctamente, se pueden activar fácilmente al poner perejil crudo en las sopas. También nos servirá añadir un poco de perejil finamente cortado a los bocadillos. En estos casos, pues, conviene tomar con frecuencia esta planta estimulante de los riñones. También resulta muy estimulante la aplicación de emplastos o compresas de cebolla bien picada sobre la zona renal. Conviene, además, adoptar una dieta sin sal o pobre en ella y, si es posible, que sea también sin carne y evitar, sobre todo, alimentos que contengan azúcar añadido y especias fuertes. Así mismo, son de utilidad las aplicaciones locales de agua caliente, en forma de compresas, baños de asiento con plantas medicinales o chorros (irrigaciones). Durante estas aplicaciones hay que procurar que la irrigación sanguínea del cuerpo sea buena y evitar, en todo momento, pasar frío antes, durante o después de ellas. También son recomendables diversas tisanas a base de vara de oro, cola de caballo7, semillas de escaramujo y grama de las boticas3, que pueden haberse recolectado en verano en previsión de un uso posterior. Tampoco hay que olvidar aquellos procedimientos que producen una derivación hacia la piel, como el cepillado en seco de la misma y la toma de baños de aire y de sol. La vara de oro (Solidago) también puede tomarse en forma de gotas.


Vara de oro (Solidago virgaurea)

Retención de orina

Determinadas aplicaciones hidroterápicas proporcionan una buena ayuda, incluso en hombres de edad avanzada, cuando un buen día perciben que les cuesta orinar por la noche. En tales casos lo más adecuado es el baño de vapor con plantas medicinales. Para ello, se pone agua a hervir en una olla. Se apaga el fuego y se le echa manzanilla u otras plantas. Se le quita la tapa y se coloca una tablilla delgada que deje ascender el vapor de la mezcla. El paciente, bien abrigado y cubierto con paños grandes o toallas, se sienta encima, de forma que el vapor ascendente le alcance y le proporcione suficiente calor. Esta aplicación produce un gran alivio, ya que posibilita que el paciente pueda volver a orinar y no sea necesario tener que llamar al gran doctor en mitad de la noche y tenga que proceder a una cateterización, con todos los problemas que ello representa. Cuando este trastorno se debe a un padecimiento prostático, consúltese el capítulo correspondiente.

Combatir el exceso de ácido úrico

La lucha contra el exceso de ácido úrico en sangre a menudo resulta dura y tenaz. Si remedios sencillos, como la tisana de perejil, no son suficientes y los dolores en las extremidades te atormentan, toma un baño con las plantas medicinales que estén a tu disposición. Si al llegar la primavera ves que conviene renovar tus provisiones y recolectar nuevas plantas medicinales, puedes emplear las «viejas» para baños; incluso puedes emplear hierba que crezca en tu jardín para ellos. Hay que procurar que el agua de baño tenga la temperatura de la sangre (37 °C) y hay que sumergirse en ella durante diez, quince, veinte minutos o hasta media hora, de forma que, a ser posible, solo se asome la nariz para respirar. Es necesario que alguien nos ayude para que la temperatura del agua de baño vaya aumentando lentamente hasta los 38 °C y, si se soporta bien, hasta los 39 °C, según el conocido método de Schlenz (baños hipertérmicos). Mientras tanto, vamos cepillándonos la piel debajo del agua con un cepillo de cerdas duras. La toma de este baño de media hora de duración, una vez por semana, nos irá librando progresivamente de los dolores de las extremidades.

Una ayuda adicional nos la proporcionan las aplicaciones de hojas de col, junto con la toma de zumos de hortalizas crudas. Es importante, además, seguir una dieta con alimentos alcalinizantes (excedentes en bases) y evitar el consumo de vísceras, como hígado, riñones, mollejas, etc., así como la toma de bebidas alcohólicas.

Polvos de carbón de madera de tilo

Quienes padezcan de hiperacidez gástrica, de trastornos en las mucosas del estómago y del intestino o arrastren las secuelas de una ictericia deberían tomar sin falta carbón vegetal pulverizado, preferiblemente de madera de tilo. Lo podemos preparar nosotros mismos, rallando o pulverizando trozos de carbón de madera de tilo. Este polvo se puede tomar con leche. Aunque tomar leche no sea lo más recomendable en trastornos hepáticos y ante indicios de padecer ictericia, su combinación con el carbón de tilo en polvo suele dar muy buenos resultados.

Tratamiento de afecciones reumáticas y padecimientos artríticos sin medicamentos

Podemos iniciar una cura tomando cada mañana, en ayunas, medio vaso de jugo de patata cruda que podemos rebajar o diluir con un poco de agua caliente. Tanto el desayuno como la comida y la cena deben basarse en alimentos naturales. Para más información, consúltese el capítulo «Alimentación natural».

Una hora antes de la comida del mediodía se tomarán de dos a tres bayas de enebro, que no tragaremos hasta que no estén bien masticadas y ensalivadas. Después de la comida se tomarán de dos a cuatro granos de mostaza enteros. Como bebida, durante el día, se tomará caldo de patatas hervidas.

Sobre las partes doloridas y las deformaciones artríticas se aplicarán compresas o envolturas; el primer día, de hojas de col machacadas; el segundo día, de arcilla; el tercer día, de requesón, y así sucesivamente.

Quienes padezcan dolores de tipo reumático o ciática no deberían olvidar la vieja pero efectiva terapia con ácido fórmico. Basta con colocar las partes doloridas del cuerpo en un hormiguero una vez cada 14 días. Una vez que las hormigas nos lo han inyectado, se quitan con un cepillo y se deja que el ácido fórmico actúe bien sobre las zonas afectadas. Se trata, pues, de una inyección natural, sencilla y gratis de este producto.

Quienes perseveren en estos métodos sencillos y sigan, además, una alimentación natural consecuente conseguirán influir beneficiosamente incluso en casos difíciles o que la medicina oficial ha declarado como incurables. En caso de sufrir un desplazamiento vertebral o una hernia de disco intervertebral, entonces se hacen precisas las manipulaciones de un buen quiropráctico.

Papillas de maíz y mijo

Tanto la papilla de maíz como la de mijo son excelentes remedios para aplicar sobre las zonas afectadas por el reuma y la artritis. Al mantener estas papillas el calor durante bastante tiempo, proporcionan una buena irrigación sanguínea (hiperemia) sobre la zona de aplicación.

Se preparan solo con maíz o mijo y agua, sin necesidad de añadir cualquier otro componente, y se colocan tan calientes como se puedan soportar.

Picor y sensación de quemazón en el cuerpo

La sensación de picor o prurito resulta muy molesta, sea cual sea la parte del cuerpo afectada. A menudo, un buen remedio para combatir este trastorno es la aplicación externa de patatas crudas. Una vez peladas y cortadas en rodajas, o bien ralladas (papilla cruda), friccionamos con ellas las zonas cutáneas afectadas, incluidas las de la cara. De todos modos, este método no resulta suficiente por sí solo. Se hace necesario también actuar sobre los riñones (acción de «descarga»), tal como se expone en el apartado titulado «Cuidado de los riñones». Puede suceder, por otra parte, que los picores se deban a una insuficiente actividad hepática, por lo que convendrá seguir las recomendaciones apuntadas en el apartado titulado «Trastornos del hígado» y, especialmente, el que se ocupa de la «Dieta para el hígado». Dolencias como la diabetes o las lombrices intestinales pueden producir también picores en el cuerpo, así como el árnica cuando se aplica en personas con una piel sensible a esta planta.

Eczemas y psoriasis

En estos casos conviene cuidar bien el hígado, el intestino y los riñones a la vez que conviene tomar baños de suero láctico caliente, a ser posible de suero láctico ácido concentrado. Quienes puedan disfrutar de unas vacaciones campestres cerca de una lechería convendría que bañasen con regularidad sus eczemas o psoriasis en suero láctico ácido y caliente. Otra ayuda valiosa la pueden proporcionar los baños con salvado añadido. Como la curación de eczemas y psoriasis puede resultar difícil y suele precisar bastante tiempo de tratamiento, habría que preguntarse si estos trastornos se deben solo a factores externos. Hay personas cuya piel es sensible a algunas plantas, como por ejemplo el árnica, o que no toleran bien el contacto con la trementina. En estos últimos casos habría que evitar el contacto con plantas como las agujas de pino o similares y con los productos para encerar pisos u otros que las contengan. En personas especialmente sensibles, también el contacto con plantas como la manzanilla, el Rhus toxicodendron y, sobre todo, nuestras prímulas (empleadas como plantas de interior) puede producir eczemas y urticaria; estos trastornos desaparecen cuando cesa el contacto con ellas.

A veces se observan erupciones cutáneas en algunos niños cuando consumen una gran cantidad de fruta. Las propias fresas pueden producir urticaria en algunas personas. En estos casos es bueno cuidar los riñones y estimular su actividad.

Así mismo, algunas intoxicaciones en estados deficitarios de vitaminas pueden dar lugar a erupciones cutáneas. Convendría evitar, por ejemplo, los frutos secos tratados con azufre y la fruta que haya sido tratada con plaguicidas o productos similares. La toma de ensaladas a base de espinacas de cultivo biológico o que contengan brotes tiernos de ortiga, aliñadas con zumo de limón o con suero láctico concentrado, favorecen la curación de estos trastornos en poco tiempo. Las tisanas de trinitaria (Viola tricolor) constituyen también una buena ayuda en el proceso curativo.

Furúnculos y abscesos

Si en tu cuerpo aparece una zona hinchada, enrojecida y caliente, una forunculosis o un simple absceso puedes combatir estos trastornos concentrando primero el pus para poder extraerlo después. Para ello, conviene proceder de la siguiente manera: cocer en agua semillas de lino molidas o, mejor aún, semillas de fenogreco. La papilla caliente obtenida se aplica para ablandar, acumular y hacer salir después el pus. Si no se dispone de semillas de lino ni de fenogreco se puede emplear patata hervida bien caliente; esta se aplasta con un tenedor y se aplica sobre la zona afectada mientras esté todavía caliente. Una vez que se haya vaciado el pus hay que limpiar bien la herida con suero láctico concentrado diluido en agua y se espolvorea con lactosa o, todavía mejor, con calcio biológico en polvo, tras lo cual se aplican encima unas hojas de col machacadas. Con este sencillo procedimiento se consiguen buenos resultados, pero aún podemos mejorar el proceso curativo tomando extracto de levadura o levadura seca. En caso de padecer una forunculosis conviene hacerse analizar la orina por si se detecta en ella la presencia de azúcar.

Panadizos

Cuando se padece un panadizo o uñero, los dedos afectados aparecen engrosados y dolorosos, y uno espera librarse de este trastorno cuanto antes mejor. Se puede conseguir su curación bañando la mano con el dedo o los dedos enfermos durante una hora a 37 o 38 °C, dos o tres veces al día. En todo momento, hay que protegerlos contra el frío para que el trastorno pueda desaparecer en poco tiempo. Si este procedimiento no resultara efectivo, consulta con un buen cirujano para que haga salir el pus con una incisión y así evitar la rigidez del dedo. Además de estos baños, también puede ser beneficioso sumergir el dedo enfermo en jabón blando, vendarlo y dejar que el jabón actúe toda la noche.

Hinchazones y contusiones

Cualquier hinchazón o contusión que no sea grave se puede tratar bien y de forma rápida con aplicaciones de hojas de col. Si se produjera una reacción demasiado intensa, se pueden sustituir estas con un emplasto de arcilla (mezclando arcilla con agua) o, todavía mejor, empleando una tisana de cola de caballo u otras hierbas en vez de agua para mezclar con la arcilla. La alternancia diaria de emplastos de arcilla con las aplicaciones de hojas de col es una buena combinación, pues mientras la arcilla actúa «repartiendo o distribuyendo», la col proporciona sustancias curativas a la vez que facilita la eliminación de ciertas sustancias nocivas. Esta doble acción resulta muy efectiva y puede conducir rápidamente a la curación de dichos trastornos.

Hiedra y helecho contra picaduras de insectos

¡Qué fastidio cuando nos pica una avispa o una abeja! Sacamos rápidamente el aguijón y chupamos con fuerza para sacar el veneno inyectado lo antes posible, aunque no se sabe qué hacer a continuación. La mejor planta para calmar el dolor ocasionado por la picadura es la hiedra. Quizá dispongamos de unos retoños de hiedra entre las hojas de nuestras plantas, o tal vez en nuestro jardín haya una hiedra que ha trepado por un árbol, o puede ser que vivamos cerca de un bosque donde podamos conseguir unas hojitas y un poco de corteza de hiedra4. Las machacamos bien y las aplicamos friccionando sobre el lugar de la picadura. Aún mejor si podemos disponer de un poco de tintura de hiedra que podemos haber preparado nosotros mismos para uso doméstico. Para ello, empleamos una cantidad suficiente de hojas y de corteza tierna de hiedra. Lo trituramos bien todo y lo mezclamos con alcohol. Conseguida una buena extracción, al cabo de unos días, podemos prensar la mezcla y filtrarla para obtener así la tintura. Basta verter unas pocas gotas de esta tintura sobre la zona de la picadura y frotarlas un poco para conseguir un rápido alivio. También pueden ayudarnos las compresas de agua salada, a las que se habrán añadido unas gotas de tintura de hiedra. De este modo podemos impedir que se produzca una gran hinchazón y los síntomas manifiestos de intoxicación.


Hiedra (Hedera helix)


Tanaceto (Tanacetum vulgare)

El helecho macho es un buen remedio contra las picaduras de los mosquitos y también contra las de otros insectos. Esta planta es el remedio apropiado en aquellos lugares donde haya una plaga de mosquitos u otros insectos parecidos. Junto con las telas mosquiteras, los helechos constituyen la mejor protección en las regiones cálidas. Rellenamos con ellos almohadas y colchones, con lo que no solo aliviamos posibles molestias reumáticas, sino que combatimos la presencia de toda clase de insectos desagradables, incluidas las chinches.

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