
Полная версия
Historia de Venezuela, Tomo II
Los yndios, visto105 que con aquella arremitida les auia ido tan mal, quisieron prouar su fortuna con la oscuridad de la noche, y dar en el alojamiento de los españoles. Fueron sentidos antes de llegar a donde los españoles estauan, y salieron a hellos algunos soldados de a cauallo y de a pie, solo hazer vna muestra y espantallos si pudiesen, porque no les convenia de noche trauar pelea con los yndios; pero los baruaros estauan tan admedrentados del suceso de la guazauara pasada, quen sintiendo que los españoles salian de sus alojamientos, boluieron las espaldas y se rretiraron tan llenos de miedo quanto sus hobras lo mostrauan, pues nunca fueron parte las ynportunaciones de las guias y lenguas que los españoles consigo tenian, que les animauan e yncitauan106 en su propio lenguaje materno a que arremetiesen con los españoles, diciendoles los pocos que heran y como entre hellos auia muchos de animo afeminado y muy neutrales; que arremetiesen briosamente a hellos y los lleuarian con la facilidad que el uiento lleuaua las pajas107.
Otro dia siguiente vinieron al alojamiento de los españoles dos yndios con gran temor y umilldad, los ojos puestos en tierra y casi tenblando de miedo, enbiados de su propio casique a pedir al capitan Cesar que les dejalle lleuar los cuerpos de vn hermano del señor o casique de aquella tierra y de un capitan, que auian sido muertos en la pelea, para enterrallos. Otorgoselo el capitan Zesar, y preguntoles como venian tan temerosos y amedrentados que aun los ojos no osauan alzar a mirar los soldados: dexeron que tenian gran miedo y temor dellos por tantos yndios como auian muerto el dia antes, y aquel que mas los auia temoricado y espantado auia sido vn honbre que con los demas españoles se auia hallado en la pelea sobre vn cauallo blanco y con vna espada en la mano, al qual ni a su cauallo no lo uian alli con los que presentes estauan, cuyas armas heran de gran rresplandor y lliustre y que en todo hera muy diferente de los demas que peleauan de cauallo, porque los otros lleuauan lanzas, y solo aquel peleaua con vna espada. Admirados los españoles desto que los yndios les decian, les mostraron todos los cauallos y soldados que en el alojamiento estauan, y claramente dixeron no ser ninguno de hellos.
Tomaron los yndios sus cuerpos muertos y fueronse adonde su casique estaua, con lo qual se lleuantaron los yndios del cerro108 que tenian puesto, y se rretiraron a sus poblazones y a otras partes, donde les parecia que podrian estar seguros de los españoles.
Pasados seis dias despues desta guazauara, el capitan Cesar con sus conpañeros paso adelante, en demanda de buhio del diablo de aquella prouincia, y llegaron a un rrio grande, donde los yndios tenian echa una puente109 para su seruicio, de maromas y bejucos, muy ancha y muy fuerte y de su echura muy admirable a los ojos de los que la uieron, pero estaua desconpuesta, porque a la ora que los yndios entendieron que los españoles pasauan adelante, desataron las maromas y sogas de la una banda y dejaron colgar y prender la puente a la otra parte, de suerte que les fue nezesario a los nuestros badear el rrio con sus cauallos; lo qual hizieron con arto trauajo y rriesgo de parescer ahogados, por lleuar mucha agua el rrio, pero por buena horden110 que se dieron, se les obo de hahogar vn soldado llamado Gonzalo Hernandez, natural de Alcantara, por querer pasar a hancas de su caballo una yndia, la qual tanbien se ahogo. Llamase este rrio del Guaca, porque en la rriuera del estaua el pueblo del casique, sin cosa que fuese de provecho, porque todo lo auian alzado y escondido los yndios, y el buhio o sepultura del diablo, al qual en aquella lengua llaman guaca, y de aqui toma la nominacion el rrio, como de cossa mas señalada y principal entre estos baruaros.
Estuuieron en este pueblo los españoles mas de veinte y cinco dias, rreformando y conualeciendo algunos que auian enfermado. Hallaron poco oro para lo que esperauan hallar, porque en vn buhiyelo111 pequeño y en el del diablo, solamente ouieron e hallaron seis mill pesos, y con lo que de otras sepulturas que cauaron juntaron entre todos hasta treinta mill pesos de buen oro, con lo qual dieron la buelta a Uraba por diferente camino del que auian lleuado y mas derecho, por el qual solamente tardaron poco mas de beinte dias en llegar a San Seuastian de Buenauista112 al cauo de nueue meses que auian salido della, sin que en todo este tiempo se oviese tenido noticia destos españoles ni de su cuceso113, y asi llegaron a tiempo que por tener ya perdida la esperanza del quel capitan Zessar y estos sus conpañeros parescerian, por tenellos por muertos, estaua el pueblo para despoblarse, y ciertamente hellos pasaran adelante y no boluieran atras si la falta del herrage para los cauallos no los constriñera a hello; por que la tierra que por delante tenian los conbidaua a que uiesen y descubriesen lo que a la uista se les oponia, que heran vnas largas y estendidas cauanas o canpiñas, avnque de tierra doblada, que corren asta Cali y aun asta Piru, sin auer arcabuco ni montaña de por medio, sino es entre Caramanta y Enzerma, dondesta vn pedazo de monte, pero todo lo demas es rraso y esconbrado de montañas que suelen ser fastidiosas y de gran pesadunbre y aun trauajosas para los caminantes.
CAPITULO HONZE
Como estando el capitan Francisco Zessar con jente a pique para salir a descubrir desde Uraba, tubo noticia el llicenciado Vadillo que le yban a tomar rresidencia, y tomando en si todos los soldados que estauan juntos, se metio la tierra adentro y fue a salir a Cali, gouernacion de Popayan.
Estaua el llicenciado Vadillo muy regocijado con el suceso de la jornadilla del capitan Zesar y sus conpañeros, porque demas de algun oro que se auia traido, por conjeturas les parecia a muchos ssoldados que por aquella uia que auian lleuado, no podian dexar de dar en tierra de Piru, o a lo menos con jente que de halla obiese salido, porque ya tenian noticia como el capitan Joan de Anpudia, con mucha jente que le encomendo el gouernador Pizarro en Piru, auia metidose la tierra adentro, a la parte del norte, con desinio de si pudiese descubrir camino a la mar del norte que con mas facilidad se pudiese andar, porque aunque entonces auia el camino que oy ay, que es desde Nonbre de Dios, pueblo maritimo al Norte a Panama, poblado en las rriueras de la mar del Sur, y de alli a Lima y a los otros pueblos de Piru, por mar, hera la nauegacion de aquel mar muy tardio, por la poca espiriencia que en su nauegacion entonces se tenia, y asi deseauan descubrir por tierra nueuos caminos, y tanuien, como a Pizarro se le ofrecio y puso en las manos la fortuna aquel tan rriquisimo rreino, al qual en poco tienpo acudio infinita jente española114, desseauan los otros capitanes que con Pizarro y Almagro se hallaron, hazer por sus personas nueuos descubrimientos para ganar la mesma gloria, y pareciales que las otras tierras y prouincias que tenian cercada al Piru, no podian en alguna manera dejar de participar de alguna felicidad de la que en el Piru auia, y asi sauemos que sin este Joan de Anpudia que tomo esta uia que e señalado, salieron para otras diferentes partes, e otros muchos capitanes, como fue el propio Almagro y Orellana y otros de quien yo no e tenido noticia.
Fue Juan de Anpudia el primer capitan que entro en la gouernacion de Popayan y la descubrio y poblo en ella algunos pueblos, como fueron Popayan y Cali, mucho tiempo antes quel Nuevo Rreyno de Granada se descubriese por el adelantado Ximenez de Quesada, y estubo bien cerca del, y por algunos rrespetos que se lo estoruaron no paso adelante y lo descubrio; y asi tuuo principio la gouernacion de Popayan. Pocos dias despues se topo el capitan Benalcazar, que despues fue adelantado, con el llicenciado Ximenez de Quesada, y pasaron lo que en su lugar yo escriuo dellos115.
Boluiendo, pues, a lo del llicenciado Vadillo, por los rrespetos y por hazer en el tiempo que su gouierno turaba alguna cosa memorable, determino de inbiar al propio capitan Francisco Zesar, pareciendole que hera de singular fortuna, con jente, a descubrir y hazer esta jornada que e dicho, y conzertose que a hello saliese desde la ciudad de San Sebastian de Buenavista de Uraba; y como el capitan Zesar tenia ya espiriencia de parte de la tierra que auia de atrauesar y pasar, quiso salir vien peltrechado, asi de jente como de las otras municiones necesarias a la jornada, por lo qual116 y por la floxedad con que lo hazia se detubo ocho meses, y fue causa que su trauajo fuese en bano, y el no gocase del fruto que esperaua; porque como el gouernador Pedro de Heredia, al tiempo que Uadillo le estaua tomando la rresidencia, se le solto y huyo y se fue a España con mucho oro del que en aquella tierra auia, tubo en España modos, mediante las quejas que dio contra el llicenciado Vadillo, de que se proveyese juez que le uiniese a tomar rresidencia, y asi fue proueido el llicenciado Santa Cruz. Deste proueimiento se tuuo noticia en Santo Domingo, ciudad de la isla Española. Como alli hera Oydor el llicenciado Vadillo y tenia amigos y conpañeros, dieronle luego por la posta auiso de la rresidencia que se le yba a tomar, y de alguna yndignacion que contra el tenia y traia el juez, aconsejandole que con toda presteza se metiese la tierra adentro con la jente que pudiese, sino queria ser molestado.
Llegole esta nueua y auiso a tan buen tiempo al llicenciado Vadillo, que se auia pasado de Cartaxena a Uraua a despachar al capitan Zesar y a su jente para que hiciesen su jornada, y en el camino, junto a las yslas de Baru, encontro117 con Blasco Nuñez Vela, que uenia de Piru con el tesoro y quintos rreales e yua a España y le auia prometido de pedir de merced al Rrey118 que lo ynuiase al gouierno del Piru, y como Vadillo tenia los ojos de su esperanza puestos en esto y luego le sobreuino la nueua dicha y se hallo con la jente echa, determino hazerse el capitan de la jornada y entrar con toda la jente la tierra adentro en demanda del Piru, para o119 alla esperar si se le hazia alguna merced en España o yrse por aquella uia a España.
Salio con toda la jente, que heran mas de ducientos honbres, el llicenciado Vadillo de Uraba, tres v quatro dias despues de los Rreyes, principio del año de treinta y ocho. Metiose la tierra adentro en demanda de tierra y jente de Piru, y fue a salir a Cali, pueblo de la gobernacion de Popayan, en tiempo que gouernaua la tierra Lorenco de Aldaño, por mano del gouernador Pizarro, que lo auia ynbiado a prender al capitan Benalcazar, porque tenia nueua que andaua fuera de su ouediencia. Tardaron en esta jornada todo el año de treinta y ocho, donde se padecieron artos120 trauajos y necesidades y muertes de españoles y otras calamidades y desuenturas, de las quales no escrivo aqui particularmente porque tiene escrita esta mesma jornada Cieca en la quarta parte de su Istoria. El que la quisiere uer alli la podra ler. Tanuien desuarato el llicenciado Vadillo, con esta su rrepente rretirada, otra jornada que Alonso Lopez de Ayala, su theniente, y Martin Niañez Tafur y Julian Gutierrez querian hazer y aun estauan a pique para salir con jente por el rrio del Darien y por tierra en descubrimiento del Dabaybe y Aurumira, que otros llaman Orominor, cierta noticia que en aquellos tiempos se tenia por muy rrica y prospera, y aun entiendo que oy se tiene la propia fama y esta por descubrir. Tomoles Vadillo la jente para lleualla consigo, y asi se quedaron sin efetualla.
LIBRO NONO
EN EL LIBRO NONO SE TRATA DE COMO PEDRO DE URSUA, NATURAL DE UN PUEBLO QUE SE DIZE ORSUA, DOS LEGUAS DE PANPLONA DE NAUARRA, FUE OTRA UEZ PROUEIDO POR LOS OYDORES DEL RREINO PARA QUE FUESE A PAZIFICAR LOS YNDIOS MUSOS; Y DE COMO FUE, Y LO QUE HIZO, Y DE COMO DESPUES QUE FUE LE FUE MANDADO POR LOS MISMOS OYDORES QUE FUESE A PACIFICAR LA JENTE DE LAS SIERRAS DE SANTA MARTA, YNDIOS MUY BELICOSOS; Y DE LAS COSAS QUE ALLI LE ACAECIERON HASTA YR A PAZIFICAR Y DESUARATAR A LOS NEGROS QUE SE AUIAN RREUELADO Y ALCADO EN EL NONBRE DE DIOS, DONDE LOS DESUARATO Y PRENDIO AL RREY DELLOS, LLAMADO BAYAMO.
CAPITULO PRIMERO
De como el jeneral Pedro de Orsua, despues de la poblazon de Pamplona, fue proueido para que boluiese a pacificar a Muso, y despues de auer juntado los soldados que pudo, entro por tierra de Sauoya, y la pazifico.
Pocos dias despues de poblada la ciudad de Panplona entraron en el Nueuo Rreino los licenciados Gongora y Galarza, que asentaron la Audiencia en el Nueuo Rreino, lo qual espiro y fenecio de todo punto la jurisdiccion del gouernador Miguel Diaz; y digo de todo punto, porque aunque poco tiempo antes la Audienzia de Santo Domingo auia ynuiado al llicenciado Curita por juez de rresidencia contra Miguel Diaz, no auia sido ouedecido ni auia usado de su jurisdiccion enteramente, y asi se auia quedado y se estaua todauia Miguel Diaz con su titulo y cargo de gouernador, y asi vino a fenezer de todo punto con la llegada de los Oydores ya dichos y a mudar Pedro de Orsua proposito, porque luego que tuuieron asiento las cosas de la fundacion y poblazon de Pamplona, se determino de si Miguel Diaz, su tio del, daua licencia y comision yr en descubrimiento de la jornada y tierra del Dorado, noticia en aquel tiempo, y aun en este nuestro, muy famosa entre españoles, y como parescio con la causa dicha la jurisdiccion de Miguel Diaz que ya le auia dado licencia para que pudiese hazer esta jornada del Dorado, perdio, como e dicho, Pedro de Orsua la esperanza de hazerla; pero como el hera capitan afable y bien afortunado y que mediante su yndustria auia adquerido buena loa en todo el Rreino, tuuola tanbien entre estos dos Oydores que nuevamente entrauan a gouernar la tierra, los quales a personas que de parte de Pedro de Orsua les hablaron para que le diesen licencia o le confirmasen la que tenian, les dieron buena esperanza de que paresciendo el General ante hellos harian todo lo que conuiniesen y ellos pudiesen hazer.
Desta buena esperanza que los Oydores auian dado, tuuo noticia por la posta Pedro de Horsua, por mano de su propio tio y de otros amigos que le auisaron sobre hello, encargandole que luego se uiniese de Pamplona, donde estaua, a la ciudad de Santa Fee, que auia sesenta leguas, a uerse con los Oydores y ofrecerse a su seruicio.
Luego que el general Orsua tuuo este auiso se partio por la posta y se uino a Santa Fee, a tiempo que los Oydores andauan en demanda de una persona astuta y afable para encargarle la pazificacion de la prouincia de los musos, que estaua no solo rreuelde, pero con la uitoria que poco antes auian auido del capitan Baldes, al qual despues de auelle muerto algunos españoles y entre hellos al famoso Machin Donate, le abian echo rretirarse y aun salir vyendo de su tierra, saliendo en quadrillas armados fuera de los limites y terminos de sus territorios a hazer daños muy seueros y crueles en los pueblos de yndios moscas que al rrededor de si tenian, y aun a saltear los caminos rreales de los españoles, segun largo se a tratado en la primera parte desta Istoria, en el libro treze o doze o decimo121; pues como ya los Oydores tenian muy particular noticia del general Pedro de Orsua, y llego a tiempo que hellos andauan metidos en este negocio, rrogaronle que azetase el cargo de la pazificacion y poblazon de Muso, prometiendole que luego que aquella tierra estuuiese pascificada y asentada, darian horden como fuesen a descubrir el Dorado. Ursua lo azeto, y tomo a su cargo; y rreciuiendo dellos la conduta y comision que hera necesaria, luego juntó en los pueblos de Santa Fee, Tunja y Velez ciento y beinte y cinco honbres de a pie y de a cauallo, con los quales comenco su jornada por la parte de los musos que cae mas cercana a Belez, donde esta un pedazo de tierra poblada de jente mosca muy uelicosa e yndomita, llamado Rrincon de Sabaya, cuyos naturales asi mesmo se auian rreuelado y alcado y estauan de guerra contra sus propios encomenderos y uezinos de Belez, a los quales y a su ciudad tenian puesta en muy grande aprieto y rriesgo de despoblarla, porque no solo les auian quitado la ouidiencia y seruidumbre, pero muchas uezes, en quadrillas de quinientos en quinientos yndios, les uenian a correr las tierras y estancias de maiz y ganados que junto al pueblo tenian.
En esta prouincia de Sauaya122, en el balle de Tununguase, allego Pedro de Ursua con su conpañia, de donde encomenco a correr la tierra con sus soldados por vnas y otras partes, mas con desino de traher a su amistad y de paz los yndios, que con animo de dañarles y castigarles con la seueridad que merecian por los daños y muertes de españoles que auian echo, y asi, aunque mediante la deligencia que el y sus corredores pusieron, prendiendo algunos casiques y principales de aquella tierra, que no solo auian sido culpados y que actualmente se auian hallado en las muertes de algunos españoles, pero con desverguenca de baruaros se jatauan dello, y traian consigo, para su rrecreacion y pasatiempo, los rrostros de los españoles que auian muerto, desollados y curados de tal suerte que no se les caia ni perdia pelo de la barua ni de las zejas ni pestañas, con que rrepresentavan en sus borracheras la ferocidad de los españoles, nunca quiso matar ni justiciar ningunos yndios mas de a solo uno que parecio ser de animo sedicioso, pesado, segado123, y que con su presencia no ternian quietud ni guardarian entera amistad los yndios con los españoles; pero con todo, esta ueninidad que es cosa por que a los yndios se le suele dar muy poco, fue tan buena su fortuna que los pascifico y trajo a su amistad y los hizo que se rredujesen al seruicio de sus encomenderos; y esto no fue tan descansadamente como alguno les pareciera, porque para uenir a estos terminos con los yndios y atrahellos a esta concordia, fue menester andar los soldados muchos dias y muchas noches suuiendo sierras, atrauesando arcabucos, pasando rrios con las armas y comidas acuestas, donde se pasaron muy grandes trauajos y necesidades, y en algunos acometimientos que con los yndios tuuieron, donde por no osar gastar las municiones tan largamente como hera menester, los ouieran de ofender los yndios muchas uezes; porque como en este tiempo au no se auian descubierto minas de plomo en la tierra del Rreino, y el plomo que se traia despaña, por ser metal tan pesado y de poco ualor, hera poco, fue necesario que los Oydores mandasen sacar los tinteros de plomo124 que a este tiempo auia en el Rreino, de poder de quien estuuiesen para que se derritiesen y fundiesen e hiziesen dellos pelotas para los arcabuzes que en esta jornada se metian, que tanvien heran vien pocos, pero muy prouechosos por ser arma a quien mucho temian los yndios.
Finalmente, como el trauajo lo uenze todo, mediante lo mucho que el General, como e dicho, y sus soldados hicieron y trauajaron en este rrincon de Uelez y tierra de Sauaya, desde el ualle de Tumungua, donde sienpre tuuieron su alojamiento, dejaron tan pacificada la jente desta comarca que por muchos dias despues nunca yntentaron ni mouieron ninguna nouedad ni alteracion en la tierra, asta que despues, aprouechandose de las ocasiones quel tiempo les ofrecio, se tornaron a rreuelar y a poner en aflicion125 a Ueles, segun en el lugar rreferido se escriuio largo.
CAPITULO SEGUNDO
Como el general Ursua se metio por la poblacon de Musso y se alojo en ella, a pesar de los moradores, e de una prolixa guacauara que le dieron en el ualle de Pauna.
Conclusa la guerra de Sauaya y pazificado aquel rrincon, leuanto sus tiendas Horsua con sus españoles y metiose la tierra adentro de Musso, en el qual camino tuuo muchas guazauaras con los yndios musos que le salian al camino mucha cantidad y muy peltrechados con mucha flecheria con yerua y de las otras harmas con que hellos acostunbran a pelear.
Aconpañauan estos uaruaros sus acometimientos con mucha tauaola126 de bozes y gritiria, en que ponen muy gran eficacia, y meneos y uisajes que con los cuerpos hazen, y asi, aunque en numero heran muchos, con estas cosas hazian ostentacion y muestra de muchos mas, y como jamas sauen pelear ni acometer callando, ponen con las boces doblado temor en los coracones de los que no los conozen, que les parezen que todas aquellas uozes y alharacas y acometimientos, todo es animo, mediante el qual se suele hazer la guerra y auer vitoria.
La guerra que en esta entrada le hicieran a Pedro de Orsua fue tan prolija y continua que le hirieron muchos soldados, algunos de los quales murieron rrauiando, con el dolor y tormento de la yerua con que estauan vntadas las flechas. Ya quel General se uio bien metido con su jente en la poblazon de Muso, escoxiendo sitio acomodado y qual conuenia para uien defenderse de los enemigos, se alojo, por no andar de una parte a otra con tanto bolumen de carruaje y jente como lleuaua, sino de halli hazer sus correrias de vna parte a otra mas a su plazer y con menos trauajo de los soldados. Los yndios, viendo que los españoles auian echo asiento y que de alli salian a correr la tierra y danificarles, conuocando a todos127 los de aquella comarca, que heran en muy gran cantidad, y juntos y congregados, determinan de uenir con las armas en las manos acometer al alojamiento de los españoles, a matallos o echallos de alli; pero aunque lo yntentaron no salieron con ello, porque ya que se uieron zerca del sitio donde los españoles estauan alojados, parecioles que heran mucha jente y que estauan todos armados y que tenian cauallos y arcabuzes y perros con que les podrian hazer mucho daño, y asi se rrepararon a uista de los españoles y se estuuieron alli todo aquel dia a manera de jente questaua puesta en zerro128. Rretiraronse a la noche sin hazer daño ni rreceuirlo, y otro dia de mañana boluieron con la propia horden y aun con los propios desinios sobre el alojamiento de los españoles; y aunque heran yncitados a la pelea no osauan baxar ni ponerse en lugares donde con los cauallos ni con los arcabuzes les pudiesen hazer mal ni daño.
Esta manera de zerco duro algunos dias, que de hordinario se uenian a poner atreuidamente sobre el alojamiento de los españoles, asta que el General determino de echalles vna esbocada129 con que hazelles algun daño y amedrentallos de suerte que con laudacia que solian no se les pusiesen delante. Tomo Pedro Orsua consigo a Garcia de Arze, que despues mataron con el en el Marañon, y a Villanueua, buenos arcabuzeros, y pusose en vn lugar que le parecio acomodado para sujetar y dañar a los yndios, y por otra parte ynuio treinta soldados que asi mesmo se enboscasen para dar en los yndios quando uenido el dia se azercasen al alojamiento; pero los yndios uiuian tan rrecatadamente que descubrieron las zeladas que les estauan puestas, y sin rreceuir casi daño ninguno se astuuieron dentrar en ellas.
Salio a hellos Pedro de Orsua con sus conpañeros, y acercandoseles y disparando los arcabuces contra los esquadrones de los yndios que contra si tenian, hirio y mato los que pudo, porque se aueriguo que jamas dispararon los tres arcabuzes que no hiziesen daño a los yndios; los treinta soldados nunca pudieron hazer ninguna presa, aunque salieron a los yndios y los siguieron, antes menospreciandolos los yndios se boluieron contra hellos y los hazian detener y aun rretirar, y asi dezia que de los tres españoles que estauan con los arcabuzes aparte, tenian mas temor que de los otros juntos, porque con aquel rrelanpago de fuego y trueno quedauan sin uer con que ni con que los matauan los yndios y les hacian mucho daño, con que estauan tan lastimados como espantados. Rrecojieronse los españoles y el capitan Orsua al alojamiento, y uenida la noche los yndios se bolvieron a sus poblacones y no tornaron por muchos dias despues a dar uista a la rrancheria, por lo qual determino el General de ynuiar algunos españoles al ualle de Pauna, asi a buscar comida como a procurar la paz con los yndios; e ya que los españoles, que heran treinta, auian salido del alojamiento, tuuieron auiso de un yndio, que se lo dio, que si tan pocos españoles como alli auia yban a Pauna, que serian muertos todos, porque todos los yndios de aquella comarca, que heran en muy gran numero, estauan juntos en aquel valle para dar en los españoles que se diuidiesen y apartasen.
Diose desto noticia al general Pedro de Hursua, el qual no echandolo, como algunos capitanes de Indias suelen, por novela de yndios, hizo detener la gente y apercevir sesenta soldados de los mejores que en su conpañia tenia, y tomando el la manguardia130 salio a prima noche del alojamiento con desino de dar al quarto del alua ó al punto que amaneciese, en la rrancheria donde los yndios estauan juntos, porque para hello tenia guias que le guiauan; y aunque el General se dio toda la priesa que pudo a caminar, por ser el camino algo largo, no pudo llegar a la ora que pretendia adonde los yndios estauan, antes amaneciendole en parte peligrosa y que estaua ya a uista de los enemigos, de los quales fue descuuierto y uisto luego que amanescio, se detuuo en aquella parte donde la luz y el rresplandor del dia le tomó, y alli se sento a descansar y aun almorcar con sus soldados, porque ueya y conocia el General que ninguna cosa se podia ganar con los yndios sino hera dando de rrepente sobre hellos y tomandolos descuidados, en donde con la turbacion de la rrepentina entrada de los españoles en sus rrancherias o alojamientos, suelen alborotarse y turbarse de tal manera que ni aziertan a tomar armas en la mano ni hazer otra cosa que les conuenga, pero si por alguna via son auisados antes que asaltados o vyendo o acometiendo, procuran hazer su echo seguramente; y como segun e dicho, de estas cosas ya tenia Orsua espiriencia, pareciole que pasada la escuridad de la noche y benida la claridad del dia, con que los yndios le auian ya uisto, le hera ya pasada y perdida la ocasion del acometer a un tan gran numero de jente de guerra como delante tenia, los quales ya auian tomado las armas en las manos y se uenian derechos a los españoles, los quales no espantandose nada de su tumultu y gran turba ni de la grita ni alaridos que uenian dando, diziendose los vnos a los otros que tomasen los pasos por do los españoles auian de tornar a salir y en ellos pusiesen gran guardia de yndios que pudiesen defender y rresistir el paso y tomar a manos a los que saliesen vyendo o por caso escapasen de las manos de los que yban hazer el acometimiento.