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Historia de Venezuela, Tomo II
El Gouernador, biendo tan buen pronostico, cobro gran brio, aunque hera mucho el que el y sus conpañeros tenian, y haziendo señal de arremeter, nonbrando el nonbre del apostol Santiago, a quien los españoles generalmente y con muy justas caussas tienen por su patron, el y los suyos, con gran presteza, se metieron entre la gente de Julian Gutierrez, que con sauer que sus conpañeros, que en guarda de la costa estauan, auian sido rrendidos y desuaratados, trayan ya muy admedrentados los animos, y peleando los vnos como vencedores y los otros como uencidos, aunque en desigual numero, ouieron75 en poco tienpo entera uitoria los del Gouernador de los de Julian Gutierrez y su capitan, matandoles en la pelea veinte honbres y prendiendo al propio Julian Gutierrez, antes que el capitan Alonso de Heredia pasase el rrio y fuese con su jente de ninguna utilidad. De los soldados del Gouernador no murieron ninguno, aunque rreciuieron algunas heridas. Saquearon el alojamiento de Joan76 Gutierrez y rrouaron y arruinaron todo lo que hen el hallaron, heceto lo que hera del propio Joan Gutierrez, que el que lo prendio, que fue Martin Niañez Tafur, solo conserbo y libro de la cudicia y manos de los demas soldados, que era en oro y subal77 mas de seis mil pesos.
Tenia alli consigo Joan Gutierrez a su propia muger, la qual, luego que bio que la uitoria se ynclinaba a la parte de Heredia, huyo del alojamiento con quinze o ueinte españoles questauan en su guarda, y metiose la tierra adentro a las poblacones del casique de aquella tierra, que hera su deudo y pariente.
Jhoan Gutierrez, viendose preso, por auer liuertad, y el gouernador Heredia por boluerse con breuedad a Cartaxena por tomar venganza por sus propias manos de los de Madrid, que le auian querido matar, fueron confederados por mano de personas bien yntencionadas, que hen ello trataron, conque al Joan Gutierrez y los que le quisieron seguir se saliese de todos los terminos de la gouernacion de Cartaxena y tierra de Uraba, y sobre hello obo sus escrituras y uincillos de firmeza. Pero con todo esto se detuuieron alli algunos dias, porque saliese la muger del Joan Gutierrez y los españoles, que con ella se auian metido la tierra adentro. Fuelos a sacar Martin Niañez Tafur, que deseaua mucho la concordia, poniendose a gran peligro de perder la uida, porque necesariamente se abian de meter entre los pueblos y chuzma de los yndios, que quando tienen algun acidental enojo pocas ueces escuchan ni quieren oyr palabras ni buenas rracones.
Entro Martin Niañez Tafur entre las poblazones de los yndios, con solamente vn clerigo de la conpañia de Joan Gutierrez, y un criado suyo. Toparon en el camino los principales de aquella tierra con gran cantidad de yndios de guerra que yban en fauor de Julian Gutierrez; pero desque supieron que yban tarde, boluieronse a sus pueblos. Quisieron maltratar a Martin Niañez Tafur, por conozer que hera de uando contrario; pero alli mitigaron su yda78 los españoles que se auian rretirado entre hellos de la parte de Julian Gutierrez, mas con todo esto no dejaron de badurnar79 a Tafur con su vija o betun colorado, de que parecian que tomavan gran contento los uaruaros.
Dioseles noticia a los españoles rretirados y a Isauel Corral del concierto que tenian echo y de la clemencia que con todos vsaua el gouernador Heredia, y asi se salieron todos dentre los yndios y se fueron a la costa, donde los capitanes estauan. Julian Gutierrez y toda su jente se enbarcaron en sus nauios y se fueron a Acla. El capitan Alonso de Heredia se boluio a Uraba, a su ciudad de San Sevastian de Buenauista con la mas de la jente, y el Gouernador se boluio con sus vergantines, con los que lo quisieron seguir, á Cartaxena, donde hallo que un dia antes se auian enbarcado e ydose la uia del Piru, y asi se confirmaron las amistades entre el Gouernador y los vezinos que en Cartaxena auian quedado, para que dende en adelante no se hablase ni tratase del motin pasado80.
CAPITULO NUEUE
Como fue proueydo el llicenciado Vadillo en Santo Domingo por juez de rresidencia contra el gouernador Heredia y lo prendio, y estando preso se huyo y se fue a España; y como ciertos españoles con el capitan Cesar salian de Uraba en demanda del Cenufana81.
Auia el Gouernador Heredia echo en Cartaxena y su distrito algunas cosas de señor asoluto, en perjuicio de personas particulares que del se fueron a quexar a la Audienzia rreal de Santo Domingo, a quien en aquel tiempo heran sufragenas82 todas las tierras que en las Indias auia pobladas de españoles. Los Oydores que hen ella asistian, mandaron que se le tomase rresidencia a Pedro de Heredia, porque entonces, y aun mucho tiempo despues, tuuieron comisión las Audiencias de las Indias para mudar o quitar e tomar rresidencia a los gouernadores que les heran sufraganos, o sienpre que les pareciesen a los Oydores y ouiese causa para hello, lo qual despues suspendio el Rrey, mandando que los Oydores no pudiesen ynuiar a tomar rresidencia a los gouernadores sin licencia del Consejo de Indias.
El gouernador Heredia tuuo noticia y aun fue auisado de como le mandauan tomar rresidencia, y para apartarse o escusarse de dalla83 si pudiese ser, hordeno junta de jente y metiose la tierra adentro, y asi por esto como porque ya se azercaua el ynuierno, en el qual se pasa doblados trauajos, y la tierra hera algo anegosa84 y poblada desteros o lagunas, apresuro el Gouernador su partida y salio con mas breuedad de la que se esperaua, y con la gente y aderezos de guerra que pudo auer, se metio la tierra adentro con desino de gastar por hella85 algun tienpo, y despues dar la buelta por Uraba y de alli enbarcarse para España: pero no pudo hazer esto como pretendia, porque el Audiencia, auiendo proueido por juez de rresidencia al llicenciado Vadillo, oydor de la propia chanzilleria, le mando que luego se partiese y biniese a Cartaxena, el qual lo hizo con tanta presteza que no tubo lugar Heredia de boluer a Uraba antes de su llegada, y asi tubo lugar el Oydor de hazer sus ynformaciones secretas contra Pedro de Heredia y ser auisado de lo que pretendia hazer, y enuiar como ynuio al comendador Hernan Rodriguez de Sosa, cauallero portugues, a quien despues el adelantado Benalcazar corto la caueza juntamente con el mariscal Jorje Robledo en tierra de Harma, de la gouernacion de Popayan, que estuviese en el pueblo de San Seuastian de Uraba, y alli esperase a que saliese el gouernador Heredia y lo prendiese y lleuase preso a Cartaxena86.
Desde a pocos dias que el Comendador hobo llegado a Uraba, salio el Gouernador con su jente, que traia mas treinta mill pesos de oro fino en buenas joyas, y los soldados mas de otros treze o catorze mill pesos, y puesto a punto para yrse a España, vino a caher en manos del Comendador y a ser preso y lleuado a Cartaxena, donde el llicenciado Vadillo lo tuuo preso muchos dias, entendiendo en su rresidencia. El gouernador Pedro de Heredia tuuo modos como soltarse y enuarcarse e yrse a España, donde despues le hizo merced el Rrey de titulo de Adelantado de Cartaxena y Gouernador de aquella gouernacion, y el llicenciado Juan de Uadillo se quedo gouernando a Cartaxena, y tanuien tuuo el despidiente87 que luego se dira.
Estaua en este tiempo en Uraua detenida y rrepresada mucha jente, asi de la que auia salido de la jornada con el gouernador Pedro de Heredia, como de la que de la isla o otras partes acudian a la fama de la rriqueza que alli se auia de los yndios. Determinaron ciertos soldados, con comision y licencia del llicenciado Vadillo, entrarse la tierra adentro a gastar el tienpo en algun onesto ejercicio y a prouer el pueblo de comida, questaua muy falto della. Juntaronse con este presupuesto sesenta soldados, y lleuando por su capitan a Francisco Cesar, se salieron del pueblo de Uraba y se anduuieron algunos dias por poblazones zercanas, enuiando comida a la ciudad; y como todos estauan proues y faltos de posible, confederaronse y concertaronse entre si de que no boluiesen al pueblo sin hallar alguna copia de oro con que supliesen sus necesidades, y aprouando y confirmando este parezer por todos, ya que se querian partir de vn poblezuelo donde estauan alojados, juntaronse los yndios de aquella comarca para dalles guazauara, y biniendo a dar en el alojamiento de los españoles, encontraron apartado del, en vna quebradilla, a vn soldado estranjero que yba a dar de ueuer a su cauallo, al qual los yndios comencaron a flechar desde lo alto de las barrancas de aquel arroyo donde estaua el soldado.
Pareciendole que hera cosa ynfame el soltar el cauallo y rretirarse o ponerse en lugar seguro, comenzo muy de su espacio a sacar vn machete que lleuaua y a esgrimir con el y soltar el cauallo: ybase rretirando muy de su espacio, y diciendo a los yndios en su lengua, quiriendo ymitar a la castellana: «juradi que no temedi vellaqui yndi», y esto88 sin que los yndios llegasen a el, porque desde lexos no cesauan de flechalle, y asi, antes que fuesse socorrido de los demas soldados que al rruido acudieron, le auian ya los yndios dado catorze o quinze flechazos, que todos le trauesauan el cuerpo, de que luego, otro dia siguiente, murio.
Tomaron el capitan Cesa y los soldados que con el estauan, por desinio o derrota de su jornada el descubrir el camino al Cenu, enpresa bien trauajosa y dificultossa para otro mas copioso numero de gente, porque hera todo lo que se auia de caminar tierra muy montosa y arcabucosa y de gran espesura y que por ella auian de yr de contino abriendo camino con hachas y machetes y azadones, sin que por donde yban ouiese mas camino del que los soldados yban abriendo a pura fuerza de bracos, lleuando por guia sienpre el poniente. La comida que por estas montañas auian y tenian los soldados heran hobos, fruta de arboles siluestres, e hicoteas o galapagos, de que auia gran cantidad en los arcabucos y alguna misera comidilla que en algunos buhios de yndios que acaso topauan por aquella montaña auia, y con este contino e yntolerable trauajo, rronpiendo y atrauesando y suuiendo grandes montañas, y auiendo caminado por ellas mas de ochenta leguas, la semana de la natiuidad del Hijo de Dios, hallaron entre aquellas montañas y sierras vn ballecuelo poblado de poca poblazon, al qual sus propios naturales llamauan Abiue. Fue gran refrigio89 y consuelo para los españoles, por que hen el hallaron abundancia de comida, con la qual se detuuieron90 algunos dias, porque ya no abia fuerza que soportase ni animo que tolerase el trauajo cotidiano que todos los soldados hasta alli auian traido, cortando y abriendo camino, y cauando y aderezando las questas y suvidas para los cauallos, sin comer cosa que les pudiese avmentar el uigor y las fuercas corporales.
Estando, pues, los españoles descansando y rreformandose91 en Abiue, ouieron e tomaron a manos vn casique o principal de aquel valle, que les dijo como heran el y sus yndios sujetos al casique de Nutiuara Cenufana, ques vno de los tres Cenus de que atras e tratado, cuya poblazon y uiuiendas estaua seis jornadas de alli la tierra adentro, todas de tierra rrasa o pelada. Dioles gran contento a los españoles esta nueua, por entender que se uiyan libres de trauajo de abrir camino y cortar arcabucos; y con esto determino el capitan Francisco Cesa enbiar al propio principal que le dio esta noticia, que fuese de su parte hablar y saludar al casique Mitiuara92 Cenufana, y dalle parte de como yua a uelle y conocelle y a ser su amigo y conpañero.
Rresceuida la nueua de los españoles, el casique Mitiuara Zenu, segun las muestras que dio, se holgo mucho dello93, de la suerte que el lobo anbriento, que suele dar muestras de alegria y rrelamerse con la uista del pegujal o manada de las ouejas, por que luego ynbio yndios suyos cargados de friosoles94, aji y sal, de que tenian gran necesidad, y a decilles que se holgauan mucho con su yda, que se diesen priesa a engordar y azercarse a su pueblo, porque con su yda pretendia hazer grandes fiestas y conuites a sus feligreses y comarcanos; y desde esta primer salutacion sienpre tuuo este baruaro especial cuidado de proueher y enuiar a los españoles de las cosas dichas, y mayas, que son perrillos e gosques pequeños para comer, y mantas y otras cosas que en su tierra auia, y nunca se le oluidaua el decir que se diesen prisa a engordar y se llegasen a su pueblo, por que los deseaua uer yr muy gordos.
Con estas nueuas y conuites salieron los españoles de Biue y siguieron su uiaje por tierra rrasa y apazible de caminar.
NOTAS Á LOS CAPITULOS III A IXIEn carta dirigida al Emperador por Alvaro de Saavedra, Tesorero de Cartagena, fechada en esta ciudad á 26 de Mayo de 1535, se lee:
«El año pasado, como cesaron las aguas, hizimos la jornada de las Sierras de Abreva… se pasaron hartos trabajos… Mientras más andávamos se mostravan más agras, hasta tanto que nos pusieron en víspera de perdernos todos, ansi por la mucha aspereza dellas, como por las muchas aguas que nos sobrevinieron, como por la delgadeza de bastimentos por la poca población, i esa que havía mal formada, que era haver de un buhio á otro un quarto de legua, i media legua, i una legua, i toda la población por este orden… La tierra nos engañó en esto mucho, porque la costa esta poblada bien, asi de pueblos formados, como de estar en comarcas unos de otros… al rebes de otras partes que es ser la costa mal poblada, i la tierra adentro mucho bien. Dimos en el camino á la ida en un pueblo que se dice el Cenu, no de mucha población así en él como en la comarca del; en el qual se hallaron 30.000 pesos de oro; i así mesmo supimos de los indios que se tomaron allí, que mucha cantidad de montones de tierra que al rededor del pueblo avia, eran todos sepulturas, i que todas tenian oro; i para saber si era verdad, el Governador mandó abrir una… de la que se sacaron 10.000 pesos i dende arriba: sacados, el Governador tiró su camino, pensando que estavamos ya en lo bueno, i fue á dar en las sierras que dicho tengo, donde salimos con harta quiebra de gente i cavallos á cabo de dos meses sin ver cosa de oro que se pueda decir, i venimos por el mismo camino con mucho riesgo por las aguas i rios que nos atajaron en muchas partes. Tornamos al pueblo del Cenu donde hallamos los Indios de paz… El cacique del pueblo tenía otros 7.000 pesos de oro que ovimos del, los quales nos dijo haver sacado de la sepultura que dejamos abierta… de ai nos venimos á esta Ciudad… con hasta 50.000 pesos de oro…
»Luego que aqui llegamos… el Governador le pareció… enbiar un hermano suyo, que aqui halló quanto vino, la tierra adentro con hasta 120 ó 130 peones i 20 de cavallo poco más ó menos… para que invernasen… acia la costa del rio grande, que parte término con Santa Marta i esta provincia, i que cesadas las aguas procurasen de pasar adelante, i descubriesen camino por donde se rematasen las sierras… el qual camino no pudieron descubrir por… los rios i cienagas que se las pusieron delante… se bolvieron al pueblo del Cenu á invernar… i ai estuvieron sacando oro, i entendiendo en descubrir la costa del rio del Cenu. Lo qual descubrieron hasta venir á dar á la boca de la costa de la mar, que está la boca del rio 20 leguas desta Ciudad la costa abajo, i de la boca del rio al pueblo del Cenu hai 8 ó 10 jornadas por tierra; i por ai acordó el Governador en fin de Diciembre pasado de irse al… Cenu, i para ello se enbarcó en 5 navios con hasta 500 hombres i 180 cavallos i se fue a juntar con su hermano al dicho pueblo… que avia ya 5 meses questava allá. De la qual jornada padeció mucho la gente de hambre, i murieron cantidad dellos por la falta de bastimentos por ser la tierra tan mal poblada… i por no hallar camino para pasar adelante, porque ya su hermano avia tornado á procurar de buscalla quando el Governador llegó; y no lo pudo descubrir, más de que halló otros dos pueblos en la dicha provincia del Cenu con mucha cantidad más de sepulturas que en el Cenu.
»E visto que no se hallaba camino, hizo el Governador tres egercitos de la gente. Con el uno quedó él en el Cenu sacando oro; i con el otro embió Alonso de Heredia á la boca del rio del Cenu, para que alli se embarcase con toda la gente y cavallos que trajo en navios que envió á pedir á esta Ciudad… se le enviaron tres, en los quales metia gente i cavallos para ir á la provincia de Uraba, porque por tierra no se pudo descubrir camino por las muchas sierras i cienagas que hallavan. I de los tres navios se alzó el uno con gente y cavallos: los quales dicen irse quejando de agravios que dicen haverles hecho… Aportaron al Nombre de Dios segun tenemos nueva, i asi mismo que havían criado Procurador para ir á dar cuenta á V. M. de todas las cosas subcedidas en la tierra.
»Con los dos navios i gente que quedó se fue el dicho Alonso de Heredia á Uraba. Hasta agora no tenemos nueva que se aya hecho cosa que fruto tenga, aunque hazia dos meses que está allá. I con el otro egército embió á Alonso de Cáceres… sobre la costa del Rio grande… á buscar población donde la gente comiese, porque tenia estrema necesidad dello: el qual vino con ella á esta ciudad havra tres semanas, diciendo que no avia hallado donde reparar de 2 ó 3 días arriba en toda la tierra, i que la gente venía tan delgada, que á tomalles las aguas de hecho, que comenzavan ya, pereciera mucha gente dell. Lo qual hizo saber al Governador con parte de la gente en el Cenú… A tiempo que lo supo llegó un vergantín que de aquí embiamos á descubrir el rio, donde se vino el Governador i el veedor Juan Velazquez que con él estava, los cuales trageron el oro que se avia quintado de todo lo que se avia havido i sacado hasta el día que partieron; que pertenecia á V. M… 11.280 pesos de buen oro, i 800 de oro bajo…
»Al tiempo que el dicho Governador salia de aquí para el Cenu, como penso residir en el muchos dias, descubrir, paso por el rio, contratar por alli i proveerse de varias cosas, juzgo necesario llevar marca para que se quintase y marcase el oro. Fue con el el veedor, i se nombró Tesorero i Contador. Mas al parecer huvo algunos fraudes, usando el Tesorero de dos pesos, uno para recibir el oro, i otro para entregallo. El Governador fundio i marco mucho oro diciendo ser suyo, sacado con negros i moros suyos, i no pago el quinto de lo fundido con ello, sino con oro por fundir.
»Vino a esta en fin de Abril por el rio en un vergantin, enbiado de aqui a descubrir al paso del rio, i con el el veedor. El qual, i el Contador i yo nos juntamos a requerirle que pues estava para partir al Cenu un Capitan, mandase traer la marca, que no convenia quintar ni marcar alli, sino traello todo, i hacerlo aqui con la marca de las armas reales que nos dieron el Presidente i Oidores de la Española. Contradijolo i nos maltrato de palabras, por manera que hubimos de ceder a la fuerza. Hicele varios requerimientos, i ni osadia tenemos para pedir testimonio, segun nos tiene oprimidos.
»La tierra i poblacion desta Ciudad en tanta necesidad que para conservarse es menester el remedio de la mano de Dios, en tanto que viene de la mano de V. M… i porque de dos navios que han salido de aqui alzados con copia de gente, tenemos noticia que envian Procurador o Procuradores a informar a V. M. de las cosas sucedidas en esta provincia, ceso…
»La tierra ha venido de golpe en tanta quiebra, que si alguna provincia se permite haver esclavos o nabovias de por fuerza, es esta una para la conservacion y poblacion desta Ciudad, por comer ellos carne humana, ser muchos someticos95 i otras irronias.
»Desque vino el Governador a la tierra i yo con el se han havido para V. M. de quintos i Almojarifazgos i otros derechos, 34.000 pesos, entrellos los 6.000 d'oro bajo. Enbiamos aora a V. M. 16.000 con Torres, Alguacil Mayor.»
(Colección Muñoz, t. LXXX.)
IIEn carta dirigida al Emperador por Domingo Cavallero96, desde Santo Domingo, en 28 de Septiembre de 1535, se dice:
«Havra cuatro horas llego aqui una Caravela de Santa Marta. Trae nueva que estando en aquel puerto llego un navio de Cartajena con el hijo del Governador Pedro de Heredia, con el cual se presumio enbiava su padre mucho oro sin quintar ni dar parte a los conquistadores. Estos, con el Tesorero Sayavedra, le requirieron, i el caso vino a las armas, de que Heredia salio herido en un brazo. Puesta tregua entrellos, salio un navio de Cartagena para dar cuenta dello al Doctor Infante, que reside en Santa Marta, quien haviendo hecho catar el navio do venia el hijo de Heredia, hallo que traia 14.000 pesos; se los tomo i los embio a nosotros los oficiales, en tres navios. Este es uno, i trae 3.200 que se han puesto en el arca de tres llaves. El Abdiencia esta haciendo informacion desto i otras cosas mui recias que se dicen deste Governador, i para embargalle todo el oro, i evitar cierto rompimiento que se teme entre cierta gente suya i otra que envia el Governador Barrionuevo a poblar a Uraba, pienso enbiara persona.»
(Colección Muñoz, t. LXXX.)
IIICarta de Pedro de Heredia al Emperador, fechada en Cartajena á 25 de Noviembre de 1535.
Despues de haver dicho que escrivio á S. M. con Alvaro de Torres, que partió en el navio que llevó los 16.000 pesos (de que se hace mención en la anterior i sospecho ser este Torres el que fue de Procurador) prosigue:
«Lo después sucedido en la tierra es, como con estas nuevas del Perú cargó tanta gente que nos hallamos en esta provincia de 800 hombres arriba, e… aunque ella sea fertil, 800 hombres de guerra no se pueden sustentar; pues que… en el reino de Toledo no se podrían sustentar, quanto más en la provincia de Uraba e del Cenu, que donde se ha descubierto el oro, que en esta provincia ha sido. – Porque mui esteril de comidas, i en ellas los hombres no se pueden sustentar sino es á mucha costa e trabajo: de donde sucedió tanta variedad en la gente, que se hicieron muchos ecesos, asi entre los cristianos como en la guerra de los Indios, sin se poder remediar ni entender unos á otros, é pusieron las cosas en tan excesivos precios, que valia un cavallo 500 cs97 e aqui ordinariamente vale 80, e un negro otros 500, e un queso 50, e un pernil otros tantos, e todas las otras cosas desta manera. E como compravan las cosas á estos precios no huvo ninguno que no se adebdase en mucha cantidad, de manera que quando bolvimos á esta ciudad é como aquí tanta gente havia, e no nos podiamos sustentar, sucedió que ciertos cavalleros que vinieron aquí de la villa de Madrid, me hicieron cierta resistencia debajo de colores como digo, de hombres que venian con pensamiento que cada uno havia de llevar 40 ó 50.000 pesos en llegando. A los quales yo quise prender, é no pude, é se me salieron de la tierra juntamente con otros, los quales fueron á la isla Española á hacer relaciones no verdaderas, no enbargante que aqui se hizo proceso contra ellos de la verdad, e se embio á la dicha isla Española, donde creo proveeran lo que convenga al servicio de V. M.
»He sabido que las informaciones que en la isla Española se hicieron, han enbiado á V. M. é… como proveyeron Juez de residencia para aquí, el qual veniendo por la mar quiso Dios que se perdiese el navio en que el venia e se ahogase, de que me ha pesado: A V. M. suplico mande proveer en ello lo que sea servido, porque la verdad, si él llegara aquí, la tierra toda se perdiera, porque agora está en términos de descobrirse lo bueno que hai en ella. E yo sabiendo que me enbiavan á pedir cuenta, estava determinado de no salir desta ciudad á ningund ca98 fasta darla. Porque me parecia recia cosa, andar yo trabajando en la tierra e descubriendola, e que se hiciesen cosas contra mi. E los Cabildos de esta Ciudad é de San Sebastian de Uraba, que yo tengo hechos, é la gente del comun de ambas partes me requirieron que fuese en seguimiento del descubrimiento que tenia empezado, protestandome todos los daños que á la hacienda de V. M. le viniesen por no ir:
»Porque yo tengo dos egercitos de gente la tierra dentro, de cada cient hombres de pie i de cavallo, ques lo que al presente es menester en esta tierra, e no más: el uno está en las provincias de Uraba, e el otro en las provincias del Cenu… Yo estoi de camino para ir, porque agora es el tiempo del verano acá. La nueva que de la tierra hai es grande, si Dios dello es servido que hallemos por donde pasar, porque por dos partes que tenemos noticia del camino vamos acometer, i á esta cabsa están divididos los dos egercitos, que es por donde entranbos estan.
»Sobre la provincia de Uraba havemos tenido diferencias con los de la governación de Tierra firme, porque V. M ha sido servido de dar ciertas cédulas á la población que conmigo está asentada. Lo que esta Governación tiene bueno es lo del Cenu i Uraba, que siendo una cosa si V. M. es servido de quitarlo desta Governación, despues de hacerseme á mi sinjusticia; esta Governación no podrá estar más poblada de quando lo quiten. Y esto dígolo, porque si V. M. fuese servido de dar lo uno, se ha de dar todo junto, porque no hai Governación en todas estas Indias más señalada ni más limitada que esta de un rio á otro, sin poder tener con nadie aunque queramos en que entender, porque si no es pasando con navios los rios, no podemos pasar allá, ni ellos acá. Las cédulas que V. M. ha dado yo he suplicado dellas. En Santo Domingo de la isla Española está el proceso de lo que sobrello ha pasado, porque la gente de un Cabo é de otro hemos estado juntos. He suplicado á ese Consejo é suplico á V. M. lo remedie.