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Historia de Venezuela, Tomo II
Estuuieronse quedos todos, mandandoles el General con rrigor que no se apartase uno de otro vn solo paso, sino que echos vn cuerpo se estuuiesen todos juntos, viendo quanto ynportaua para conseruarsse entre tanta multitud de yndios, el estar juntos o diuididos, segun la buena disciplina les muestra.
Azercaronse los yndios a los españoles muy torpe y baruaramente, pareciendoles que ya los tenian rrendidos y sujetos a su boluntad. Los soldados y su Capitan los rresciuieron tan briosamente que con el propio inpetu que aremitieron se rretiraron, porque con sus espadas y rodelas hirieron hen ellos tan apriesa que en los primeros golpes quedaron en el suelo muchos yndios muertos, y arredrados los uaruaros aunque poco trecho de los españoles, pusieronse en sus esquadrones alrrededor dellos y comencaronlos a zercar, con disinio de con vn prolijo cerco dar alli fin dellos. Pero como algunos arcabuzeros que Orsua lleuaua consigo comenzaron a disparar sus arcabuzes y azer algun daño en los yndios, hellos se comenzaron apartar mas de lo questauan y a dar algun mas espacio y lugar a los españoles para que sin ser muy oprimidos ni molestados de los yndios, se pudiesen yr saliendo de entre hellos y rretirandose hazia su alojamiento, y para este efeto les hera forcoso atrauesar por lo hondo y centro de un balle o caldera que oposito131 asi tenian, de mucho peligro por su mala y peligrosa uajada y peor subida, y por los muchos enemigos que les seguian con el brio que auian cobrado de la muerte de tres o quatro españoles que auian en este tiempo muerto de crueles heridas que les dieron.
Orssua, aunque ueia el gran peligro y rriesgo en que estaua el y todos sus soldados, y el que auia de pasar para yr y boluer a su alojamiento, no mostrando ninguna turbazion ni otro genero de flaqueza, antes acrecentando con su balor el animo a sus soldados, mando á Uillanueua que tomase la banguardia y comenzase a uajar con la jente á lo hondo de la caldera o balle; y porque si los españoles bajauan todos juntos los yndios les podian hacer mucho daño y aun matallos a todos con galgas o piedras grandes que echaran a rrodar, y con otras armas arrojadizas, el propio General con ocho conpañeros se quedo en lo alto y cunbre de la bajada, estorbando y rresistiendo a los yndios que no llegasen aquel lugar hazer el daño que querian y podian hazer, asta que toda la jente estubo ya en todo lo bajo y fuera del peligro y rriesgo del daño que con las galgas les podian hazer, que fue muy gran rremedio y prudente auiso para que los yndios no saliesen con la vitoria que pretendian.
Los ocho soldados que con Orsua auian quedado, le rrogaron que se uajase antes quellos, porque fuese seguro de rreceuir algun daño, donde rredundase general perdida a todos. Escusose Orsua de rreceuir esta seguridad, pero al fin, por las ynportunaciones de los soldados y por lo que tocaua al uien comun, lo houo de hazer, y asi uajo seguramente y se puso en lo bajo con otros arcabuzeros para ojear con arcabuzes los yndios que bajasen en seguimiento de los ocho soldados quen lo alto auian quedado; y puestos en esta horden y concierto, comenzaron a decindir132 los ocho soldados y los yndios a seguillos, y ciertamente que les hizieran gran daño y los mataran si Orsua y los demas que con el estauan en lo uajo con arcabuces no hicieran algunos vuenos tiros en los yndios que los seguian, entre los quales fue vno singular: que como los soldados que uajauan por la questa auajo bajasen apresuradamente, vno dellos cayo, y no fue tan liberal en leuantarse como en caher, por lo qual los yndios que lo uenian siguiendo con presteza acudieron para tomallo a manos y lleuarselo viuo. El General, viendo este peligro desde lo uajo dondestaua, asesto su arcabuz contra el yndio que mas cercano estaua ya del español, y fue tan cierto con su tiro que le dio con la pelota y lo derriuo, por donde el soldado tuuo lugar de levantarse y seguir a sus conpañeros, y los demas yndios se detuuieron como elados y espantados de uer caher muerto a su hermano, y no siguieron con el ynpetu que solian a los españoles que bajauan.
Luego que el General tuuo en lo bajo toda su jente junta y fuera de aquel peligro, aunque tenia mucho yndios alrrededor de si, mostrando tenellos en poco, se sento a comer y a descansar con sus soldados en vna fuente que hallo en aquel lugar, de lo qual admirados los yndios de ver el menosprecio y poco caso que dellos se hazia, se pararon a mirallos sin osar tiralles flechas ni otra arma ninguna, antes muchos dellos se sentaron en el suelo segun lo auian echo los soldados. Ya que los españoles auian descansado tomaron la otra suuida, en la qual auia un paso de peña tajada muy peligroso, por el qual auian forcosamente de pasar para salir a lo alto, y en el auia muy evidente y notorio peligro, por lo cual le fue necesario a Orsua encargar la banguardia a buenos soldados, para que con buena horden y con maña, mas que con fuerza, pasasen aquel peligrosso paso, en el qual los yndios tenian puestos toda su esperanza, y les parecia que si alli no matauan los españoles que en ninguna parte tendrian vitoria de hellos. Suuieron los soldados a quien fue encargada la banguardia, y en todo guardaron la horden quel General les dio, con la qual salieron a lo alto sin rreceuir daño ninguno, y fue que al tiempo que se azercaron a la peña, los arcabuzeros se pusieron en parte donde con sus arcabuzes señoreauan lo alto della, de donde los yndios les podian ofender, y contra aquel lugar tirauan sus pelotas, de suerte que ninguno se ponia alli para ofender a los que pretendian suuir, que no fuese ofendido, y asi heran ojeados; y los demas soldados, suuiendo con la presteza y animo que el rriesgo y trauajo en que estauan lo rrequeria aquel peligrosso paso, suuieron a lo alto, de don de todo punto echaron los yndios y tuuieron lugar de suuir seguramente toda la mas jente.
Puestos todos los españoles en lo alto y cunbre de la loma, comenzaron a caminar por ella adelante la uia de su alojamiento, y los yndios a yr tras dellos siguiendoles, y como vian que con los arcabuzes los ojeauan y no podian llegar a hazer el daño que querian y pretendian, comencaron a dar voces y a decir que cesase el tirar de los arcabuzes, que hellos querian hablar con el Capitan. Hizieron los soldados alto por uer que querian los yndios o pretendian, los quales ynuiaron vn yndio con seis piñas al General, diciendo que le inviavan aquel presente, que comiese por las muestras que avia dado de capitan valiente, y que con tan pocos soldados se auia escapado y defendido de sus manos; y con esto se boluieron los yndios a sus rrancherias, y el General y los demás españoles prosiguieron su camino y se uoluieron a su alojamiento.
Quedo desta vez el general Orsua muy marauillado y admirado de la baaudancia133 y ostinacion con que los yndios auian peleado con el y lo auian seguido: segun las cosas hizieron, decia que mas le parecian demonios que honbres.
CAPITULO TERZERO
Como el general Pedro de Orsua ybito cierta traicion que los yndios mussos le hordenaron, y como poblo la ciudad de Tudela de Navarra.
Pasadas estas cossas, el General y sus españoles se estuuieron algunos dias sin hazer salida, por no vsar de la seueridad que hera menester con los yndios para castigallos y domallos y trahellos á su amistad; porque como los yndios es jente que pocas uezes viene a lo bueno sin auer primero pasado por lo malo de la guerra, jamas por rriquirimientos ni admonestaciones ni otras exortaciones que les auia hecho, auian querido venir á la amistad de los españoles; y uiendo los yndios que los soldados no se diuidian ni les dauan ocasion que les pudiesen hazer algun daño, acordaron hellos hurdir vna cautela y traicion, para con ella hazer el mal que pudiesen á los nuestros, y uerdaderamente lo hizieran y muy mucho con lo tenian hordenado, si Dios todopoderoso no permitiera que su traicion fuera descuuierta y en ella mesma castigada su maldad, lo qual paso desta manera.
Juntaronse todos los yndios de aquella comarca, que heran muchos en numero, con desinio de hazer su echo muy a su saluo, y enviaron seis yndios a los españoles y a su General a dezille que hellos estauan ya cansados de tolerar los daños de la guerra, y que deseauan uiuir en ocio y en quietud y seruilles amigablemente; que los rresciuiesen en su amistad, y que por principio y señal de paz hellos todos de conformidad les querian hazer vna sementera muy grande, de que los españoles tuuiesen el maiz que ouiesen menester para su sustento, sin que les fuese necesario yrselo a tomar hellos, y que para que los yndios acudiesen a cauar y senbrar les señalasen el sitio y lugar donde querian que la labranza se hiziese, porquel sesto dia acudirian todos a la labor. El General, ynorando el doblez y malicia destos uaruaros, rreciuio con mucha alegria la jente e mensajeros que con esta enbajada le uenian y azepto la paz y amistad que le ofrescieron; y para mas atraher asi el animo destos y de los demas yndios, dio a los mensajeros bonetes colorados y camisas y otros rrescates con que los contento mucho, y tornandolos a ynbiar les dijo que para el dia que auian señalado acudiesen ha zierta parte que les señalo, donde auia un poco de arcabuco o montaña, y quen lo raso que por halla zerca auia, que hera tierra cultiuada, harian la sementera. Los yndios se fueron, y el General quedo muy confiado de que el trato hera cinceramente hecho, y que no abria otra cosa mas de lo que alli se auia conzertado, y ansi pensaua meterse descuidadamente entre los yndios a asegurarlos y por esta uia hazelles perder el animo, si alguno tenian.
Estando en esta esperanza y con esta confianza sucedio, permitiendolo Dios, asi por quel134 daño que a los españoles les estaua aparejado no ouiese efecto, que se solto de poder de los yndios musos que heran en este conciliabulun, vna yndia mosca que tenian cautiua, y se uino derecha a donde los españoles estauan alojados, y descubrio el concierto y trato que los yndios entre si tenian hordenado y hecho para matarlos a todos. El qual hera enboscarse la mayor parte dellos entre el alcabuco questaua junto a la labranza que se auia de hazer, y los demas hazer obstentacion y muestra de que querian cumplir lo que auian prometido, y en entrando los españoles entre hellos, que no podian dejar de entrar descuidadamente, cojellos en medio y matallos a todos, como en efeto lo hizieran. De todo esto fueron frustados los yndios, de manera que su yntento no obo efeto.
En este tiempo pareciole a Pedro de Orsua que para que los soldados se animasen a mejor cufrir y tolerar los trauajos de la guerra, con la esperanza de permanescer en aquella tierra, que seria cosa azertada y aun muy necesaria, poblar; y quiriendolo efetuar, junto todos los soldados que consigo tenia; dijoles lo que pretendia hazer; a todos les parecio uien y cosa muy hazertada, y para que la poblazon tuuiese mas fuerza y uigor hellos mesmo se lo pidieron y rrequirieron. Orsua lo efetuo, y en el caso hizo ciertas cirimonias que acostunbran hazer los pobladores de nueuas colonias en estas partes de Indias, segun que en diuersos lugares desta Istoria lo tengo rreferido, que son, suuirse el Capitan sobre un cauallo armado de todas las armas que tiene, y alli, delante de todos los soldados y gente que consigo lleua, dize en alta boz que el quiere en aquel sitio o lugar poblar un pueblo o ciudad en nonbre del Rrey de Castilla, cuyo subdito y vasallo es. Si ay presente alguno que pretenda rrepunarselo y contradecirselo, que salga alli a defenderselo y estoruarselo por su persona y armas, y a conuatirse con el sobre hello. Hecho y dicho esto, y visto que no ay contradizion alguna se apea de su cauallo y alli dize que funda y asienta y aze prencipio de un pueblo o ciudad en nonbre del Rrey, y se aposesiona en el como cosa pertenesciente a la Corona real de Castilla, y en señal de posesion echa mano a su espada y por aquel canpo tira tajos y rreuesses, cortando aruoles y lo que por delante topa, y luego, en medio deste sitio y plaza del pueblo, a de ser yncado vn madero grueso por rrollo o picota, donde dize y manda que sean executadas las justizias que los ministros del Rrey mandaren hazer contra los delinquentes y malhechores. Luego nonbra dos alcaldes, y ocho rregidores, y un procurador de ciudad, y un mayordomo, y un alguazil, en quien quedo todo el gouierno de la rrepublica, y estos son mudados cada un año, por el dia de Año nueuo, primero de Henero.
Haze luego traza del pueblo de la manera y horden que a de ser edificado, y conforme a la traza que se haze señalan a todos los uezinos por su horden solares, dando el primero a la Iglesia y luego al Capitan y luego a las otras personas principales, de suerte que conforme a la traza que se haze queda el pueblo fundado; y asi se uan edificando en el por sus quadras, que son vnos quarteles cuadrados diuididos en quatro partes yguales, y por cada frente del quartel queda una calle, y las quatro partes del quartel son quatro solares, y estos se dan a quatro personas o a dos, como quieren, y ansi se ban dilatando y estendiendo la poblazon del pueblo o comarca de la placa, que tanbien es quadrada, y es vna quadra de quatro solares con sus calles, que della salen, que son ocho calles, dos por cada esquina, por donde muy acomodadamente se gouierna y anda y manda todo el pueblo.
Desta manera el general Pedro de Orsua, en el propio sitio dondestaua alojado, poblo, y con estas propias cirimonias, la ciudad que llamo Tudela de Nauarra, cuya fundacion fue muy rregocijada y solenizada por todos los españoles questauan presentes, segun es costunbre.
CAPITULO QUARTO
Como el general salio con algunos españoles de la tierra de los musos a dar quenta de lo que auia echo a la rreal Audiencia, y como los Oydores le mandaron que boluiese a entrar acauar de pacificar la tierra de los mussos.
Poblada ya la ciudad de Tudela de Nauarra y dada horden en las cosas que a el parescio queran nezesarias para su perpetuidad, acordo el general Pedro de Orsua salir de la tierra a dar quenta a los Oydores que lo auian ynuiado, de lo que auia echo; y dejando en el pueblo la horden que les parecio ser necesaria para que los yndios, que todauia se estauan de guerra, no ofendiesen ni dagnificasen a los españoles y soldados que en el pueblo quedauan, tomo consigo treinta conpañeros, y con ellos se uino la uia de Santa Fee, donde al presente estauan los Oydores, los quales, auida rrelacion de todo lo quen Muso auia pasado y pasaua, tornaron a rrogar a Pedro de Orsua que se boluiese a su pueblo que auia poblado, aprouando y dando por bueno todo lo que hen el auia hecho, pareciendoles que si el propio que lo poblo no asistia en el y procurando sustentarlo, que no seria perpetuo, por la gran soueruia y obstinacion con que los yndios se defendían y procurauan ofender a los españoles; y asi mesmo le rrogaron y encargaron que, pues tenia copia de jente consigo para boluer a entrar en los musos sin peligro, que fuese bojando los terminos y confines de los musos y moscas, y uisitando por esta uia la tierra para mejor uer y entender lo que hen ella auia, prometiendole de nueuo que en premio y gratificazion de lo que en esta jornada auia trauajado y adelante trauajase, que luego que tuuiese la tierra pacifica y quieta, le darian la comission y facultad que le auian prometido de la jornada del Dorado.
El General, con esta confianza, y por conplazer a los que le heran supiriores y le podian hazer bien y mal, obo de boluer a entrar en los musos con los soldados que auia sacado y con otros que de nueuo se le juntaron, rrehaciendose de nueuas municiones de poluora y plomo y otras cosas necesarias para la guerra; y asi boluio a principiar su jornada, que de nueuo le hera encargada, por aquella parte por donde los yndios llamados panches confinan con estos musos, y desde aqui fue bajando, casi en circulo rredondo de medio arco, la tierra de los musos por desta uanda de Santa Fee y Tunja, por donde le sucedieron algunas guazauaras y peleas con los yndios musos, que siguiendo la natural ynclinacion de sus uelicosos animos, le salian en mucha cantidad a el camino a estorualle el pasaje, y le yban de hordinario siguiendo y dando caca y alcance en la rretaguardia, donde ni le aprouechaua a Pedro de Orsua enboscadas ni otros enbustes y zeladas que los hazia, en que matauan muchos de los que en su seguimiento venian, porque cada dia se juntauan mas yndios y los yban siguiendo con mayor ostinacion. Y entre otros saltos135 que en los baruaros hizieron, fue vno el que dire, que en parte fue gracioso enbuste de parte de los españoles y auisado de parte de los yndios, sino que al fin pagaron.
Iban vn dia en seguimiento de los españoles muy gran numero de yndios, ofendiendolos y dandoles caca y grita, la qual hellos hazian sin rreceuir mucho daño, porque la aspereza y agrura de la tierra les hera muy apta y acomodada para conseguir su pretencion, y acaso, aunque tenprano, llegaron a vn pedazo de tierra llana, la qual les parecio a Pedro de Orsua aparejada para hazer salto en los yndios, y asi, aunque contra boluntad de algunos soldados, se alojo alli aquel dia. Los yndios estuvieron desuiados a la mira, porque aquel lugar no les parecia acomodado para su prouecho, donde Pedro de Vrsua, antes que amaneciese, enbosco toda la mas de la gente de a pie y de a cauallo que consigo traia en distintos lugares, y para que los yndios que acudiesen al alojamiento, como suelen, a uer si se les auia oluidado algo, tuuiesen en que se ocupar y entretener, de suerte que se llegasen y juntasen muchos, hizo, por consejo de Farfan, soldado de su conpania, cortar las piernas a dos puercos de los que consigo lleuauan y dejallos alli, en el propio alojamiento, entre los rranchos; y luego que fue de dia, el carruaje comenzo a marchar con solos quinze soldados que hiziesen muestra y cuerpo de guardia a los yndios que lleuauan el bagaje.
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1
Libro X, cap. LXXXV, último párrafo.
2
En la edición de Caracas: de donde se fue á Piru. – En el original se ha omitido de.
3
En la edición de Caracas se pone coma después de la palabra diversas, cortando la oración.
4
En la edición de Caracas: interrumpiendolo. —Interromper es forma anticuada de interrumpir.
5
No se hace aquí punto y aparte en la mencionada edición.
6
Tampoco aquí se hace punto y aparte en la edición de Caracas. Todo el capítulo está en un solo párrafo.
7
Debe haber querido decir: no se paró.
8
En la edición de Caracas: decurso. – En el original está bien claro discurso.
9
Debía, en vez de habían, se escribe en la edición de Caracas.
10
Así dice claramente el original; pero debe leerse: naufragio.
11
Brearon, en lugar de embrearon.
12
Debe querer decir: oleajes.
13
En la edición de Caracas: saqueo.
14
Idem íd.: recaudo en vez de recado.
15
En la edición de Caracas: Turbaco.
16
Idem íd.: este puerto de Cartagena.
17
En la edición de Caracas: perdido el nombre español tomaron.
18
En la edición de Caracas: de mucha caceria. El autor ha querido decir que era un pueblo de muchas casas, no de mucha caza.
19
El autor lo ha llamado antes Tunruaco.
20
En la edición de Caracas: desamparar.
21
Idem íd.: que entre los dos había.
22
En la edición de Caracas se omite el verbo fue.
23
Idem íd.: al en vez de el.
24
Idem íd.: piasamente, que es lo que dice el original, sin duda alguna por error material.
25
En la edición de Caracas: a recorrer.
26
Indudablemente sobra la a.
27
Debe querer decir fidelidad.
28
En la edición de Caracas falta el artículo los.
29
En la edición de Caracas: en la.
30
En la edición de Caracas: que, por.
31
En la edición de Caracas no se hace aquí punto, sino simplemente coma.
32
En la edición de Caracas se dice: cuyos moradores de él vieron, y ellos. – En el original debe faltar algunos, después de ellos.
33
En el original están repetidas las palabras se hicieron.
34
En el original se repiten aquí las palabras preguntó que.
35
En la edición de Caracas: y semejables. – La i aquí, equivale á la proposición inseparable in, y entraña negación, omitiéndose la n como en ilícito y otras palabras. Isemejables significa no semejantes.
36
En la edición de Caracas se hace aquí punto, cortando el período.
37
En la edición de Caracas se dice, sin duda por error de imprenta, naural por natural.
38
En la edición de Caracas: Latoto.
39
Cenues ó Cenus, pues hay una letra borrosa. – En la edición de Caracas, Senus.
40
En la edición de Caracas se omite el Don.
41
En la edición de Caracas: y de este abuso. – Abusión significa abuso.
42
En la edición de Caracas no se hace aquí punto ni coma, y está todo seguido.
43
Debe querer decir ruinas.
44
En la edición de Caracas: del propio río Tocurru. – Se da así al río Darien el nombre del cacique del pueblo.
45
En la edición de Caracas no se hace aquí punto.
46
En la edición de Caracas: acalorose.
47
Idem íd.: que de allí en adelante.
48
En la edición de Caracas: y de lo que.
49
En la edición de Caracas: que tiene.
50
Esta palabra, que no es castellana, parece formada por la preposición inseparable ad y el verbo latino madeo, que significa estar mojado, y también estar ido, con la razón turbada.
51
En la edición de Caracas se pone aquí punto y coma.
52
En la edición de Caracas: aguardaron, que es lo gramatical, pero no lo que consta en el manuscrito.
53
Diminutivo de catauro, especie de caja ó cesta hecha de la yagua de la palma real.
54
O este que huelga, ó falta aqui alguna palabra.
55
En la edición de Caracas: quejábanse, que es lo que debe querer decir.
56
Idem íd.: Faraquil. Bien pudiera ser esto.
57