Полная версия
Los ciclos en educación
• ¿Algunos de los países que presentaron menor desarrollo en un momento dado de la historia, tuvieron en una fase posterior de la historia humana un papel mucho más importante? O de manera complementaria, ¿algunas sociedades que alcanzaron niveles muy altos en el desarrollo humano en un momento de la historia, ocuparon en fases siguientes una importancia significativamente menor a la que habían alcanzado en la fase anterior? ¿Podría, por ejemplo, China, país que hasta hace muy poco tiempo podría considerarse como “tercermundista”, convertirse en una nueva potencia mundial durante el siglo XXI y podría E.E.U.U perder su lugar preponderante en el escenario mundial a mediados o fines del siglo XXI?
• ¿Será posible que un joven que ha alcanzado un buen nivel de equilibrio emocional, retroceda en su estabilidad y caiga a situaciones conflictivas, angustiosas, desadaptativas y desequilibrantes? Por ejemplo, debido a situaciones coyunturales o emocionales, ¿un joven podría comenzar a consumir droga o alcohol? O debido a circunstancias muy difíciles de precisar, ¿un joven se podría aislar o desadaptar familiar, social o psicológicamente en un momento determinado?
• ¿Será posible que niños que hubieran alcanzado un buen nivel de autocontrol, seguridad en sí mismos y calidad en sus interacciones sociales, comiencen de un momento a otro a retroceder, a establecer relaciones más conflictivas, agresivas o impulsivas con sus compañeros? ¿Podría conflictuarse, dudar de sí mismo, bloquearse o actuar de manera más impulsiva a como lo hacían meses o años anteriores?
La segunda ley nos conduce a una visión holística y totalizadora del desarrollo. La obra de Henry Wallon constituye un modelo multisistémico en el cual sólo es posible interpretar y caracterizar el desarrollo a partir de las interacciones entre los diversos subsistemas: cognitivo, valorativo y praxiológico. Para Wallon es indispensable tener una visión totalizadora de la psicogénesis en su conjunto, aspecto que no se encontrará en la teoría psicogenética de Piaget. A juicio de uno de los mayores expertos en Wallon: …únicamente teniendo en cuenta las interrelaciones entre los sistemas, es posible entender y explicar el desarrollo psicológico de la persona. Se trata, pues, de un holismo de interrelaciones (Rico, 1990: 9).
Palacios (1987: 91), otro de los expertos en Wallon, y quien realiza la más completa selección de sus artículos, concluye que:
Alejado de modelos evolutivos que se basan y fundamentan en una sola dimensión del desarrollo, el de Wallon es un modelo evolutivo pluridimensional, comprensivo e integrador.
La potencia de este principio es evidente. Todos los modelos para caracterizar los estadios evolutivos hasta Wallon son unidimensionales. Freud enfatizó en extremo la personalidad, y en ella particularmente destacó los impulsos del placer y la muerte. Piaget caracterizó casi exclusivamente la dimensión cognitiva y a partir de allí periodizó el desarrollo humano, incluso hasta llegó a pensar que sólo era posible caracterizar la dimensión cognitiva del ser humano (Piaget et al, 1963); pero Wallon es el primero que de manera general, pluridimensional e integral piensa en periodizar el desarrollo humano; es quien de mejor manera considera las diversas dimensiones humanas en el desarrollo. Y éste es uno de sus principales aportes.
La tercera ley implica que sólo podemos explicar el tránsito de un ciclo al siguiente si tenemos en cuenta las crisis evolutivas y las edades críticas por las que atraviesa el individuo. Esta postura había sido defendida por Vigotsky, y Davídov y Wallon la retoman.
De esta manera, las edades estables alternan con edades críticas, el énfasis en la formación del yo alterna con el énfasis a las relaciones con el mundo social, y las fuerzas centrífugas del desarrollo alternan con las fuerzas centrípetas, configurando verdaderas alternancias funcionales (Wallon, 1984: 86). En este sentido, el desarrollo del individuo debe entenderse de una manera dialéctica (Davídov, 1987; Wallon, 1984 y Merani, 1969), aspecto esencial en una adecuada caracterización de los ciclos y en el trabajo de preparación de la transición de los infantes a los adolescentes; y el cual permanece oculto en una caracterización lineal del desarrollo. La concepción de ciclos hace evidentes dichas fracturas en el proceso evolutivo. Lo esencial es captar que entre un ciclo y otro existen diferencias cualitativas.
Wallon retoma el concepto de actividad rectora de Leontiev y Elkonin (Davídov et al, 1987) como eje de caracterización de cada período y como mecanismo para explicar la transición de un ciclo a otro. Según este principio, el niño cambia a un ciclo superior en tanto se transforma su actividad rectora y, al hacerlo, se reconfigura su relación con el entorno. De esta manera, el ingreso al jardín, la llegada al colegio grande, la aparición de la pubertad, o la llegada de la adolescencia, y con ello la necesidad de asumir las principales preguntas sobre la vida; son todas ellas, actividades esenciales que transformarán la vida del niño y el joven, y sus relaciones con los compañeros y con los adultos. En un ciclo predomina una dimensión humana, un tipo de relación con el medio (centrípeta o centrífuga) y una actividad rectora; y en el siguiente predominará otra dimensión, otro tipo de relaciones con el medio y otras actividades.
El concepto de alternancia funcional es usado por Wallon (1984: 86 y siguientes) para explicar la predominancia que se presenta en el desarrollo ontogenético del individuo, en un momento jalonando hacia el individuo, y en otro, relacionando el individuo con el mundo social. En el primer ciclo priman las fuerzas centrípetas y en el segundo las fuerzas centrífugas. Y así sucesivamente. En un ciclo predomina una dimensión, una actividad, y de manera alternativa las fuerzas de formación del individuo o las de relación de éste con el mundo social. Así, en el ciclo emocional la dominancia es de tipo valorativo y lo central es la construcción del propio yo; en tanto en el sensoriomotriz predomina “acto motor”, el mundo exterior y las fuerzas centrífugas. En el precategorial que le sigue, el énfasis es intelectual y dominan las fuerzas centrípetas del desarrollo (se vuelve el proceso a centrar en la consolidación del individuo). En la pubertad priman lo social y el mundo externo (centrífugo), al tiempo que en la adolescencia se retorna al sí mismo y al plano valorativo (Wallon, 1948b y 1984; Palacios en Marchesi et al, 1984).
Las palabras alternancia, integración, preponderancia, crisis y conflicto, son las palabras claves para entender el concepto de ciclo en Wallon (Palacios en Marchesi et al, 1984: 147), y el cual ha sido un referente importante en la Pedagogía Dialogante, como podrá verse en los principios que expondremos en el siguiente capítulo. En el primer principio nos referiremos a la palabra integración, mientras que la tercera palabra (preponderancia) será esencial para explicar el principio cuarto, al tiempo que la cuarta y quinta (crisis y conflictos) nos permitirán aproximarnos al último principio de caracterización de los ciclos que postula la Pedagogía Dialogante en la actualidad.
1 Plan que fue entregado al Ministro de educación en 1947, pero el cual no alcanzó ni siquiera a discutirse (Merani, 1965).
2 Una profunda teoría no abordada en este texto es formulada por Eric Erikson, psicólogo de origen alemán y quien tuvo que vivir en E.E.U.U para huir al genocidio nazi. Erikson postuló su teoría sobre las ocho edades del hombre, la cual será retomada por la teoría del ciclo vital. Ver al respecto sus obras Infancia y Sociedad (1950, edición, 1993), Sociedad y Adolescencia (1963, edición, 1993); y Desarrollo de los adolescentes (Pérez, Olvera, compilador; en formacionadolescente.com.mx/antologías/ANTOLOGIAS.pdf).
3 Ibid, pág. 57
4 Ibid, pág. 34
5 Ver al respecto del autor: Los modelos pedagógicos (2006a).
6 Tanto el complejo de Edipo como el llamado “complejo de castración” en las mujeres, serán duramente criticados por Fromm (1996: 32 y 169). El primero porque demuestra el excesivo peso dado por Freud a las pulsiones sexuales y porque negaba el carácter histórico de todos nuestros actos conscientes e inconscientes; y el complejo de castración en las mujeres porque desconocía el carácter histórico-cultural de la discriminación a la mujer. Al respecto se debe consultar el texto de Fromm Espíritu y sociedad (1996).
7 Algunos estudios suponen que esto se logra cumplir en cerca del 75% de los niños de estas edades.
8 Este nombre proviene de una tira cómica en extremo famosa en los años sesenta: La Pequeña Lulú.
9 Saussure (Piaget et al, 1963) formula hipotéticamente un ajuste a la caracterización de Freud, teniendo en cuenta los cuatro estadios evolutivos piagetanos, lo que le permitirá también hablar de cuatro períodos: el de la emotividad pura, el de la descarga motriz, el de la utilización de los mecanismos primarios y el de la integración de la vida afectiva y la intelectual.
10 Un extraordinario testimonio al respecto lo encontramos en Kafka en su Carta al padre.
11 Ver al respecto el capítulo tercero del presente libro.
12 Posición contraria a la que es ampliamente dominante en la cultura y la cual idealiza al menor al verlo en forma angelical, pura, asexuada e idealista; postura que encuentra en Rousseau a uno de sus más claros expositores.
13 Piaget prefería referirse a tres períodos, pero establecía una diferencia entre el preoperatorio y el operatorio; sin embargo, para los fines de este ensayo es más adecuado establecer los cuatro estadios de manera independiente.
14 Para explicar esta última característica ha sido utilizada la analogía de las matrioskas: una muñeca de mayor tamaño no permite ver otra de tamaño menor, pero esta última está incorporada en aquélla.
15 En Colombia, por ejemplo, investigaciones llevadas a cabo por miembros del Instituto Alberto Merani a inicios de la década del ochenta, encontraron una presencia del pensamiento formal tan solo en el 6% de los estudiantes que culminaban la educación media hacia los 18 años, conclusión muy distante a la encontrada en estudios españoles y la cual se acercaba al 50% (Carretero y otros, 1983a, 1983b, 1986a, 1986b y 1987) y aún más distante a la prevista por Piaget, cuando consideró que se debería haber generalizado hacia los 15 años. Una síntesis de investigaciones mundiales al respecto puede consultarse en el texto del autor: Economía y Pedagogía, el cual aparece en el libro de próxima circulación: Diálogos de la economía con otras ciencias. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia (en prensa).
16 Estas características universales son comprensibles en un período en el que se concebía la inteligencia de manera independiente del medio; este aspecto será abandonado en las teorías de Sternberg, Feuerstein y Gardner en los últimos treinta años, y varias décadas antes en los planteamientos de los Enfoques Histórico-culturales.
17 Paradójicamente, este es un aspecto en general abandonado en educación, a pesar de la enorme pertinencia que tendrían estas reflexiones en la transición entre ciclos en la actualidad. Así mismo, es un aspecto reelaborado por los Enfoques Histórico-culturales como mostraremos luego.
18 Diversos estudios realizados en nuestro contexto nos permiten pensar que el nivel socioeconómico es una variable altamente incidente en el desarrollo moral (Durán y Ángel, 2007; y De Zubiría, X, Grisales y Guerrero, 2008).
19 Las dos tesis anteriores han sido revisadas como se explicará en detalle posteriormente.
20 En el capítulo segundo sustentaremos la tesis de la necesidad de incluir dos nuevas dimensiones: la lingüística y la social. La lingüística debe comprenderse de manera diferente a la cognitiva para no caer en la supuesta determinación de la primera como supuso Piaget; y la social debe comprenderse de manera independiente de la afectiva.
21 Entre ellas alcanza un nivel especial la llamada corriente del Procesamiento de la información. Ver al respecto de Miguel Pérez, Nuevas perspectivas en psicología del desarrollo (1995); Laura Berk Desarrollo del niño y del adolescente (2004), Marchesi et al, 1984; o directamente a sus principales exponentes como Glick, 1975; Atkinson y Shiffrin, 1968 y Case, 1992
22 Ver al respecto la sección final del capítulo segundo.
23 Teniendo en cuenta este criterio, en el Instituto Alberto Merani no existen docentes únicos de cada curso como en la casi totalidad de instituciones educativas a nivel mundial para los ciclos Exploratorio y Conceptual. En el Merani existen docentes por áreas y por ciclos, lo que permite al niño enfrentarse a una mayor diversidad de docentes a nivel cognitivo, afectivo, emocional y pedagógico. Esta diversidad favorece el desarrollo. En contra de las posiciones más tradicionales asentadas en la cultura occidental, idealmente un niño debería poder interactuar con maestros y niños de diferente género, raza, religión e ideología. Sustentar hoy en día la conveniencia de escuelas de un solo género, una sola religión, una sola clase social, es no entender que la educación debe estar centrada en el desarrollo, que debe ser polivalente y que debe formar un individuo más tolerante e integral; es decir, más humano, como decía Alberto Merani.
24 Carvajal explica que el título del libro, “Adolecer: la aventura de una metamorfosis”, se debe a que todos saben cómo inicia, pero nadie sabe cómo termina.
25 El rito cultural de mirarse una y otra vez frente a un espejo es prueba de ello, como también lo es el de peinarse una y otra vez al día.
Capítulo segundo
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.