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Universidades, colegios, poderes
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Mayans estudió en Salamanca a inicios del setecientos, cuando todavía estaba viva la tradición de Ramos del Manzano y sus sucesores. Propugnaban el humanismo jurídico o mos gallicus en las facultades, como verdad histórica –teoría–, mientras los viejos juristas tradicionales deformaban y adaptaban el derecho común romano, con referencias al derecho regio –la práctica–. Primero los gramáticos Lorenzo Valla o Nebrija, después los juristas Antonio Agustín, Andrea Alciato o Jacques Cujas abrieron el camino hacia una interpretación histórica y crítica del derecho común. Sin embargo, la tradición bartolista no se pierde, indispensable para la vida y práctica del derecho. Los humanistas no se interesan por el derecho real, aunque puedan utilizarlo en algunas obras –nunca Cujas–, mientras que los prácticos citan con profusión a los noviores o humanistas como adorno o erudición –jurisprudencia mezclada, la llamaría Mayans–.95

Por estas fechas empezaron a introducirse manuales, inspirados en la instituta. La materia en sus líneas más generales, que servía de introito para después sumergirse en la riqueza de los Digestos, se convierte ahora en el centro de la docencia. El derecho común empezaba a resquebrajarse. Lutero había roto la unidad de la iglesia católica –la otra, la ortodoxa, estaba dominada por los turcos–. El derecho canónico romano deja de regir en la Europa septentrional; cada iglesia tendrá su religión, su teología y su derecho, su organización, ritos y plegarias… Las monarquías absolutas se distancian del emperador y del papado. La guerra se extiende durante treinta años por Europa… El derecho común había llegado a una enorme complejidad, los comentaristas se multiplicaban y se buscó versiones más ordenadas y sistemáticas: manuales de instituta, aunque los grados continuaron siendo tesis y argumentaciones. Fueron escritos manuales por Vinnen, Hotman y Minsinger… Mayans utilizó el Theophilus renovatus de Daniel Galtier, cuando el rector le obliga a explicar instituta, aunque era catedrático de código.96 Luego lo echaron de la facultad en una oposición a pavorde…

La misma didáctica se impone en otras facultades hacia el setecientos –en medicina Herman Boerhaave de Leiden–, y se multiplicaron los manuales –el sistema– en los planes de Carlos III… La mayoría son extranjeros, de otros países europeos. Alguno propio, de Juan Sala, copia a Vinio, castigado y luego plagiado. Más original fue su Ilustración del derecho real de España (1802), que alcanzó presencia durante décadas en los planes liberales, incluso se adaptó para las nuevas naciones americanas.97

***

En verdad, hemos trabajado bastante sobre los siglos XIX y XX, el hondo cambio desde el antiguo régimen al liberalismo, una época de hundimiento de nuestras universidades. Ya en Cádiz se pretendió sujetarlas al nuevo poder bajo una dirección de estudios, compuesta de notables, y transformarlas de acuerdo con moldes franceses. Manuel José Quintana, poeta e intelectual del momento, inspiró el primer modelo liberal aprobado por el reglamento de 1821.98 Siguieron años de guerras civiles y desencuentro hasta que asumieron el poder los moderados. El ministro Pedro José Pidal en 1845 impuso otro modelo universitario, diseñado por Antonio Gil de Zárate –primer historiador de las universidades españolas y dramaturgo mediocre–. Sometida al poder político, empobrecida, en decadencia…99 Claudio Moyano confirmó el modelo, vigente casi hasta nuestros días. Los catedráticos formaron un escalafón nacional, funcionarios del estado tras opositar en Madrid.100 Y el ministro nombraba los rectores y regulaba hasta el último detalle, los planes de estudio, los programas y los manuales que debían explicar. 101 Madrid, universidad central, monopolizaba el doctorado, un simple discurso sobre un tema de una lista fijada cada año por los profesores, sin apenas valor. Hacia fines de siglo mejoraron un tanto, supusieron un estudio individual, aunque salvo excepciones, parecen de escasa valía.102 Fue una etapa de decadencia indudable, tanto en la ciencia jurídica, como en otros ámbitos del saber.103 Eugenia Torijano ha ido investigando con minucia los últimos fulgores de los profesores salmantinos en el siglo XIX.104

Sin embargo, España se fue recuperando un tanto, había en las facultades estudiosos que creían y cultivaron la ciencia. En pugna con integristas, carlistas y conservadores, se afirma una corriente krausista, inaugurada por el viaje de Julián Sanz del Río a Alemania.105 En 1865 Emilio Castelar escribió un artículo, «El rasgo», donde reprochaba a la reina que, al ceder el patrimonio real al estado, se había reservado el veinticinco por ciento. Fue destituido de su cátedra y los estudiantes de Madrid le dedicaron una serenata y manifestación la noche de San Daniel. Estalla la primera cuestión universitaria por el decreto de 22 de enero de 1867 del ministro Orovio, que exigió a los profesores, bajo pena de separación de cátedra, declarar que no enseñarían «doctrinas erróneas o perniciosas en el orden religioso, moral o político…». Se negaron a firmar algunos, los más de filiación krausista, y perdieron sus cátedras. En 1868 la reina fue expulsada por la gloriosa revolución, que los repuso. En la restauración Orovio exigió de nuevo ortodoxia política y religiosa, fueron separados krausistas –repuestos en 1881–, que crearon la Institución Libre de Enseñanza, que adoptó nuevos métodos pedagógicos e impulsó la investigación.106 Esta minoría, cuyo símbolo y cumbre sería Santiago Ramón y Cajal, investiga en circunstancias adversas. El médico aragonés presidiría la Junta para ampliación de estudios e investigaciones científicas, creada por el ministro de Instrucción Pública Amalio Gimeno en 1907 y administrada y ampliada por los hombres de la institución con laboratorios y centros: el centro de estudios históricos de Ramón Menéndez Pidal, el de Cajal, el laboratorio de Negrín, el instituto Rockefeller de física.107 Los políticos siguieron diciendo que iban a mejorar los estudios universitarios…108 Sin duda, la aspiración más común entre catedráticos era crear buenos despachos y clínicas, alcanzar algún escaño o entrar en el senado por su universidad, participar en el gobierno… Lucirse en un retórico y colorido discurso de apertura y redactar su manual para completar ingresos. Con todo, hay en los claustros un ambiente de mejora, de cierta esperanza…109

Las dos dictaduras de Primo de Rivera y después de Franco truncaron aquel despertar prometedor. El estudio de la época franquista, que era historia y a la vez vida reciente, se ha demorado un tanto. En las actas del congreso de Zaragoza de 1989, organizado por Juan José Carreras Ares y Miguel Ángel Ruiz Carnicer, muestra ya su vigor la investigación sobre universidades y movimientos estudiantiles; sobre la ley de Ibáñez Martín de 1943 –su exposición de motivos es delirante–, que recoge la tradición de Moyano, con aditamentos totalitarios.110 Después se entraría en el estudio de las depuraciones111 y en el exilio de los profesores112 por Europa y América: en suma, la brutal represión de la dictadura, la destrucción de aquella universidad que había alcanzado un notable nivel. Javier Infante evoca el claustro de Salamanca en la postguerra113 con viejas eminencias conservadoras –algunos se llamaban pudorosamente demócratas cristianos–, falangistas y miembros del Opus Dei –los tecnócratas de Franco–. Unos y otros habían entrado mediante oposiciones «patrióticas», que atendían más a la ideología y fidelidades políticas que a los conocimientos, docencia o publicaciones. Las empezó a estudiar Yolanda Blasco Gil, luego junto con M.ª Fernanda Mancebo o Jorge Correa continuó esta fecunda brecha.114 Bartolomé Clavero ha valorado sus trabajos frente a la falsa cantinela de que el Opus no es un grupo o facción política.115 Monseñor Escrivá buscaba sin duda formar universitarios, estudiosos e intelectuales católicos, frente a los hombres de la institución libre: basta leer sus consejos en Camino. Aunque luego vieron mejores posibilidades en la política, la empresa, en Roma…116

La ley franquista de 1943, la ideología nacionalcatólica más cerril cubre todo el periodo, con retoques menores. En cambio, el ministro Villar Palasí, cercano al Opus, cambió el escenario por su ley general de educación de 1970, que dotaba a las universidades y financiaba nuevas, reorganizaba su administración y los estudios. Un camino que seguiría la transición con varias reformas… Los profesores universitarios encontraron entonces acceso a puestos políticos, en el gobierno central o en las autonomías… Después descendió su presencia sin duda; pero la complejidad de la organización universitaria, la excesiva burocracia, les proporcionó poderes y podercillos de los que siguen disfrutando, mientras tejen la tela de Penélope –una futura perfección, que nunca llega–; otros prefieren sus despachos y clínicas, pocos están dedicados a la investigación. Como participar en esa burocracia está remunerado y bien valorado, puede decirse que existe una prima por no investigar y ahorrarse docencia –y no es una paradoja–. Las últimas crisis han limitado la financiación y el número de cátedras y titularidades –muchos son asociados y contratados–, se ha producido un corte en la continuidad de la investigación, que costará remediar, si es que algún día se intenta… Un desperdicio de inteligencias, tan usual en España…

***

Con este congreso continuamos en la brecha que empezamos hace tanto tiempo. Esta es nuestra verdadera historia de la historiografía de las universidades hispanas, desde nuestra perspectiva y convicciones. Un detallado balance de los primeros años de esfuerzo, junto a otros aspectos y cuestiones de su historia. Una exposición clara, crítica, que pronto esperamos completar…117

MARIANO PESET, YOLANDA BLASCO GIL, JORGE CORREA

1. Cambridge University Press, 1992-2004, traducción castellana de los dos primeros, Universidad del País Vasco, 1995-1999. La edición alemana, Geschichte der Universität in Europa, 4 vols., München, 1993-2004.

2. Le università dell’Europa, a cargo de Gian Paolo Brizzi y Jacques Verger, 6 vols., Milán, 1991-2002; también Storia delle università in Italia, a cargo de Gian Paolo Brizzi, Pietro Del Negro y Andrea Romano, 3 vols., Messina, 2007.

3. Stephen D’Irsay: Histoire des universités françaises et étrangères des origins á nous jours, 2 vols., París, 1933-1935. Las medievales fueron abordadas conjuntamente por Heinrich Denifle, Hastings Rashdall o Cobban.

4. Desde mediados de los ochenta apareció en Oxford la revista History of the Universities con aportaciones sobre distintos países y listas de la bibliografía reciente, impulsada por John M. Fletcher, quien ya desde 1977 la recogía en el folleto Work in Progress and Publications; después pasó a la revista; Antonio García colaboraba con la española y portuguesa; José Luis y Mariano Peset le ayudaron.

5. «La organización de las universidades españolas en la edad moderna», I poteri politici e il mondo universitario, Convegno internazionale, Madrid 1990, Messina, 1994, pp. 67-116. Versión definitiva en Studi e Diritto nell’area mediterranea in età moderna, a cargo de Andrea Romano, Messina, 1993, pp. 73-122. En colaboración con Margarita Menegus: «Localización y espacio de las universidades hispánicas», Cuadernos del instituto Antonio de Nebrija, 3, 2000, pp. 189-232; con Enrique González: «Modelos historiográficos de las primeras universidades» y «En busca de universidad. Santo Domingo, México y Lima en el siglo XVI», Universidades, México, UDUAL, 65, 2015, pp. 9-21 y 23-40.

6. Handbuch der Quellen und Literatur der neueren europäischen Privatrechtsgeschichte, herausgegeben von Helmut Coing, 3 tomos en 8 volúmenes, Max-Planck Institut, Frankfurt, 1973-1988. Peset reseñó los tres primeros volúmenes en Hacienda pública española, 55, 1978, pp. 552-554; hizo una estancia en 1979 y fue miembro de su Beirat o consejo científico desde 1983 hasta 1988. Apoyado en estas obras y otra bibliografía, intentó una síntesis en La universidad: una historia ilustrada, dirigida por Fernando Tejerina, Madrid, 2011, pp. 70-157.

7. «L’essor de l’Université moderne au dix-neuvième siècle», Aulas y saberes, VI congreso internacional de historia de las universidades hispánicas (Valencia, diciembre de 1999), 2 vols., Universitat de València, 2003, I, pp. 71-84.

8. Cinc segles i un dia. Centenario de la universidad de Valencia, 2000.

9. Universitat de València, 2001. Años antes, por iniciativa del rector Joaquín Colomer, se publicaron Estudios dedicados a Juan Peset Aleixandre, 3 vols., Universidad de Valencia, 1982.

10. Historia de la universidad de Valencia, Universitat de València, 3 vols., 1999-2000. Història de la universitat de València, 2000, coordinada por Mariano Peset, quien había ensayado ya unos años antes dos síntesis, que prepararon el camino. La primera con María Fernanda Mancebo, en el primer volumen de la Historia de las universidades valencianas, 2 vols., Alicante, 1993, iniciativa de Mario Martínez Gomis, que redactó el segundo dedicado a la universidad de Orihuela, y Pilar García Trobat, la jesuita Gandía; uno y otra habían estudiado en sus tesis doctorales aquellos centros, sus archivos. En la segunda síntesis, Cinc segles de la universitat de València, un año después, participó Salvador Albiñana.

11. Una parte: Els fonaments del País valencià modern, Valencia, 1968; el resto treinta años después: Valencia bajo Carlos II: bandolerismo, reivindicaciones agrarias y servicios a la monarquía, Valencia, 2001 –dirigida por Joan Reglá–. Citamos con preferencia en notas la edición de las tesis.

12. Amparo Felipo Orts: La universidad de Valencia durante el siglo XVII (1611-1707), Universidad de Valencia, 1991, dirigida por Sebastián García Martínez y Carmen Pérez Aparicio; también La universidad de Valencia durante el siglo XVI (1499-1611), Universidad de Valencia, 1993; José Seguí Cantos: Poder político, iglesia y cultura en Valencia (1545-1611), dirigido por Antonio Mestre, 1991. Mercedes Vico sobre los colegios valencianos, tan descuidados…

13. Salvador Albiñana: Universidad e ilustración. Valencia en la época de Carlos III, Valencia, 1988, director Mestre. No publicó el segundo volumen de biografías académicas. Marc Baldó Lacomba: Estudiantes y sociedad en la época romántica, Valencia, 1984, dirigida por Pedro Ruiz Torres. No llegó a término otra tesis sobre el reinado de Isabel II.

14. La facultad de derecho de Valencia durante la restauración (1875-1900), 1996, dirigida por Mariano Peset. No publicó el segundo volumen, biografías de profesores y análisis de manuales.

15. El IV centenario de la universidad de Valencia, Universitat de València, 2002, y Autonomía, reformas y movimientos en la universidad de Valencia (1900-1922), Universidad Carlos III, 2001, dirigida por Mariano Peset, en colaboración con Pascual Marzal.

16. La universidad de Valencia de la dictadura de Primo de Rivera a la guerra civil. La F.U.E., dirigida por Alfons Cucó y Marc Baldó, 4 vols., Universitat de València, 1990, publicada en La universidad de Valencia en guerra. La F.U.E. (1936-1939), Universidad de Valencia-Ajuntament de València, 1988, y La universidad de Valencia. De la monarquía a la república (1919-1939), Universitat de València-Instituto Juan Gil Albert, 1994, prólogo de Manuel Tuñón de Lara.

17. Laureano Robles publicó viejas páginas inéditas del dominico José Teixidor y Trilles, en Estudios de Valencia [historia de la universidad hasta 1616], Universidad de Valencia, 1976. También aparecieron las Bulas, constituciones y estatutos de la universidad de Valencia, 2 vols., Universitat de València, 1999; después Pascual Marzal: Doctores y catedráticos. Los claustros del estudio general de Valencia (1675-1741), Universitat de València, 2003; Yolanda Blasco Gil: Claustros de catedráticos de la universidad de Valencia 1775-1779, Universitat de València, 2012. En prensa, con Armando Pavón Romero, los de 1780-1797.

18. Años después, Manuel Vicente Febrer publicaría Ortodoxia y humanismo. El estudio general de Valencia durante el rectorado de Joan de Salaya (1525-1558), Universitat de València, 2003.

19. «La ocupació de la universitat de València pel quintacolumnista Manuel Batlle, catedràtic de Múrcia», Afers, 3, 1986, pp. 124-198. Edición exenta con prólogo de Salvador Albiñana, Valencia, 2008.

20. La facultad de derecho de Valencia 1499-1975, coordinado por Mariano Peset y Jorge Correa, 2018. Valencia ha historiado otras facultades, como Ernest Sánchez Santiró: Cientifics i professionals. La facultat de ciències de València (1857-1939), 1998, y 50 años de la facultat d’economía de la universitat de València, coordinada por Pablo Cervera Ferri, 2017; José María López Piñero: La facultad de medicina de Valencia (1502-2002). Breve historia de medio milenio, 2002. Pronto aparecerá otra sobre esta facultad, coordinada por Josep Lluís Barona.

21. Llibre de les constitutions i estatuts de l’Estudi general de Lleida, Universitat de Lleida, 2000; Les universitats de la corona d’Aragó, ahir i avui, coordinado por Joan J. Busqueta y Juan Pemán, Barcelona, 2002.

22. Ramón Gaya Massot: Miscelánea de trabajos sobre el estudio general de Lérida, 3 vols., Lérida, 1949-1954; Mariano Peset: «La fundación y el fuero universitario de Lérida», Hispania, 58(2), 199, 1998, pp. 515-536. Los estudios de Francesc Esteve Perendreu: El régimen jurídico del estudio general de Lleida: s. XIII/XVIII, 1992; Mestrescoles i rectors de l’Estudi general de Lleida (1597-1717), 2007, y El coll·legi universitari de l’Assumpció de Santa Maria de Lleida (segles XIV-XIX), 2010; Roser Gort Riera: L’Estudi general de Lleida al segle XIV, 2016, todos editados por Universitat de Lleida; Rafael Ramis Barceló: Estudios sobre la universidad de Lérida (1561-1717), Universidad Carlos III, 2018.

23. Mariano Peset: «La corporación en sus primeros siglos (XIII-XV)», Historia de la universidad de Salamanca, II, pp. 19-35; «Sobre los orígenes de la universidad de Salamanca», Permanencia y cambio. Universidades hispánicas (1551-2001), 2 vols., México, 2005, I, pp. 31-51. Sobre la universidad portuguesa: «Orígenes de la universidade de Coimbra», Homenagen a José Adriano de Carvalho, Península. Revista de estudos ibéricos (Oporto), 0, 2003, pp. 75-85. Fernando Taveira da Fonseca: «História da universidade de Coimbra», Miscelánea Alfonso IX, 2005, pp. 109-137.

24. Mariano Peset y Pilar García Trobat: «Poderes y modelos universitarios (siglos XV-XIX)», Historia de la universidad de Salamanca, II, pp. 37-91; Mariano Peset: «Organización y poderes en las universidades hispanas de la edad moderna», Arzobispos de Toledo, mecenas universitarios, Cuenca, Universidad de Castilla-La Mancha, 2004, pp. 63-92.

25. Daniel Sánchez Sánchez: La universidad de Salamanca a través de sus claustros 1555-1575, Salamanca, 1980, publicada en 2003, y Teresa Medina-Mora Icaza: La universidad de Salamanca en la época de los reyes católicos, 1475-1516, Salamanca, 1990, inédita.

26. Pilar Valero García: La universidad de Salamanca en la época de Carlos V, Universidad de Salamanca, 1988; Ana M.ª Carabias Torres: Colegios mayores: centros de poder. Los colegios mayores de Salamanca durante el siglo XVI, 3 vols., Salamanca, 1986. Catálogos de colegiales de Oviedo y San Bartolomé…

27. La universidad salmantina. Período barroco, 1598-1625, 3 vols., Salamanca, 1986.

28. Juan Luis Polo Rodríguez: La universidad salmantina del antiguo régimen (1700-1750), 1993; Agustín Vivas Moreno: Fondos documentales del archivo histórico de la universidad de Salamanca. La colección de papeles varios, Salamanca, 1999; Ángel Weruaga Prieto: Libros y lecturas en la Salamanca de la edad moderna (1600-1789), 2007; Miguel Anxo Pena González: La Escuela de Salamanca. Proyecciones y contextos históricos, 2007, y otras.

29. La universidad de Salamanca, 2 vols., Universidad de Salamanca, 1989; un tercer tomo, sobre arte y tradiciones, de Julián Álvarez Villar, 1990.

30. Águeda Rodríguez Cruz: Historia de las universidades hispanoamericanas. Período hispánico, 2 vols., Bogotá, 1973; Salmantica docet. La proyección de la universidad de Salamanca en Hispanoamérica, Universidad de Salamanca, 1977. Dirigió la tesis de Francisco Javier Alejo Montes: La pedagogía de la universidad de Salamanca en el siglo XVI: 1575-1598, Universidad de Salamanca, 1993. También Jean-Louis Guereña sobre catedráticos y escalafones, León Esteban sobre el humanismo y la ilustración, el krausismo… Planteamientos en Nuevas miradas historiográficas sobre la educación en la España de los siglos XIX y XX, editado por Jean-Louis Guereña, Julio Ruiz Berrio y Alejandro Tiana Ferrer, Ministerio de educación, 2010; la parte de Guereña: «Los actores de la vida universitaria en la España de los siglos XIX y XX. Una revisión historiográfica (1981-2009)», en línea.

31. Historia de la educación. Revista interuniversitaria, fundada en 1982, que dirige José M.ª Hernández Díaz: «Los estatutos de la sociedad de 28 de enero de 1989», en Boletín de historia de la educación, 15 de octubre de 1989.

32. Entre otros, 7th International Standing Conference for the History of Education: Higher Education and Society. Historical Perspectives, coordinado por Agustín Escolano, 2 vols., Universidad de Salamanca, 1985; L’Université en Espagne et Amérique latine du moyen âge à nos jours, en Jean-Louis Guereña, Èva-Marie Fell y Jean-René Aymé (eds.), 2 vols., Université de Tours, 1991-1998; La universidad en el siglo XX (España e Iberoamérica), X coloquio de historia de la educación, Murcia, 1998; Formación de élites y educación superior en Iberoamérica (ss. XVI-XXI), X Congreso de historia de la educación latinoamericana, coordinado por José María Hernández Díaz, 2 vols., Salamanca, 2012.

33. La universidad española de Ramón Salas a la guerra civil, ilustración, liberalismo y financiación (1770-1936), Junta de Castilla y León, 2014; Orígenes del liberalismo. Universidad, política, economía, edición de Ricardo Robledo, Universidad de Salamanca, 2002.

34. Cinco volúmenes, en seis tomos, Universidad de Salamanca, 2002-2018, en los últimos volúmenes participó en la coordinación Juan Luis Polo.

35. Revista de educación, III, VIII, 21, mayo de 1954, pp. 1-3, también el discurso de Franco abunda en estas lindezas, pp. 3-6. La ley de ordenación universitaria de 1943, en su preámbulo, incoherente todo él, decía: «La Universidad salmantina, colocada desde su nacimiento en la vanguardia de los estudios generales de la cristiandad, fue el prototipo de la floración universitaria castellana, a la que el Rey Sabio asignó un canon y un destino… Cuando adviene la unidad nacional y suena la hora universal de España, nuestra Universidad, representada junto a la gloriosa tradición de Salamanca por la egregia fundación del Cardenal Cisneros, aparece en la plenitud de su concepto para servir los ideales de su destino imperial».

36. Véase Cándido M.ª Ajo González de Rapariegos y Sainz de Zúñiga: Historia de las universidades hispánicas. Orígenes y desarrollo, desde su aparición hasta nuestros días, 11 vols., 1957-1979, con dedicatorias a Franco y otros insignes personajes, y Águeda Rodríguez Cruz: Historia de las universidades hispanoamericanas y Salmantica docet, citadas en la nota 30; la última se completaría con otros dos tomos, una sinopsis comparativa de constituciones y el tercero «los hombres formados en Salamanca que pasaron a América, e hispanoamericanos en la universidad de Salamanca», a los que dedicó unas páginas en Las universidades hispánicas: de la monarquía de los Austrias al centralismo liberal, 2 vols., Universidad de Salamanca, 2000, I, pp. 433-448. Colón y la junta de la universidad es otro tópico académico cultivado, véase Salamanca, Revista de estudios, 54, 2006.

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