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Historia de Venezuela, Tomo I
Ya que abia entrado el dia començose a trabar la guaçabara o pelea entre los vnos y los otros tan rreçiamente que casi estuvo por algun espaçio dudosa la vitoria; porque demas de que los yndios eran briosos y muchos, vsaban bien de todas sus armas, danificaban a los nuestros en gran manera con las piedras que les arrojaban con las hondas, que al caballo que vna vez açertaban con una piedra de las que tiraban nvnca mas lo podian hazer arrancar contra los yndios; y como en estas guerras la prinçipal fuerça sean los caballos, y los mas rrehusaban los encuentros con el terror96 de las piedras, daban mayor esperanza a los enemigos de conseguir la victoria, y era tanta la fuerça e ynpetu con que estos barbaros arrojaban vna piedra, que con ella quebraban vna rrodela hecha de macanas o de dvelas, que es bien rrezia y fuerte.
Viendo los nuestros el vigor y rresistençia de los contrarios, y quan en abentura estaba la vitoria desta guaçabara, enbio el governador Jorge Espira çincuenta soldados de a pie y quinze de a caballo que rodeando çierto trecho por detrás de vn monte o arcabuco pequeño que al vn lado se hazia, fuesen y diesen en las espaldas a los contrarios, con que los ahuyentasen, lo qual con la brevedad que el caso lo rrequeria fue hecho, y dando por las espaldas ynopinadamente de los enemigos, fueron heridos y muertos muchos de ellos, y como por ambas partes fuesen guerreados, dexando las armas, se dieron a huyr con mucha soltura, y asi obieron la bictoria los nuestros, avnque con algun daño que se recibio de heridas que dieron a particulares soldados y a muchos yndios del serviçio de los españoles, que tanbien salieron a la pelea.
Rrecogiose la gente, y porque los que salieron heridos fuesen curados y no puestos en el trabaxo del camino tan presto97, holgaron en este alojamiento otros quinze dias mas, al cabo de los quales prosiguio el Governador su descubrimiento por la halda de la sierra y fue a dar a vn pueblo que llamo el pueblo de Nuestra Señora, por respeto de que en el holgaron y estuvieron el dia de Nuestra Señora de Agosto, y este dia les hizo el Governador vn conbite a todos los soldados en rregozijo de las buenas nuebas que los yndios de aquel pueblo les daban de la prosperidad de tierra y naturales y rriquezas que adelante dezian que abian a fin de echar a los españoles de su tierra. Y aqui, asi mesmo, hizo esta gente çierta promesa a Nuestra Señora porque les encaminase aquello que deseaban.
Este pueblo de Nuestra Señora, cerca de donde al presente esta poblado vn pueblo despañoles dicho San Juan de los Llanos, que por via del Nuebo Rreyno poblo el capitan Avellaneda, es por donde despues vino a entrar el tiniente Fedreman en el Nuebo Rreyno, como adelante diremos en esta misma Istoria. Hallaron en este pueblo de Nuestra Señora vn buhio o casa de admirable grandeza; tenia de largo dozientos pasos y cada frente dos puertas grandes, y segun despues se supo, era este buhio tenplo de aquellos barbaros, donde hazian sus sacrificios al sol, a quien tenían por Dios, y en el tenían muchas donzellas recogidas, que eran ofreçidas como en sacrificio de sus padres, con las quales estava vn yndio viejo, que era como el sacerdote para aquellos ofrecimientos, el qual tenia cargo de predicar aquellas mugeres lo que conforme a sus preçetos abian de guardar. Tenian en este buhio cantidad de todo genero de mantenimientos para el sustento de aquellas ençerradas donzellas.
Pasadas las fiestas y rregoçijos; que no debieron ser pocos los que se hizieron con las buenas nuebas de la tierra de adelante, prosiguieron su viaje, y al salir del pueblo de Nuestra Señora, ya que yvan marchando, salieron á dar en los españoles cantidad de yndios de aquella provinçia, los quales se abian juntado para dar en el alojamiento de los españoles y alli danificarlos todo lo que pudiesen, porque les pareçia mal la mucha tardança y entretenimiento que en su tierra hazian, y tan mal libraron en este acometimiento del camino como libraran si en el alojamiento acometieran; porque luego la gente que allí yva de a caballo dio en ellos, y alançeando muchos de los que en la delantera yvan fueron façilmente rrebatidos y desbaratados, de suerte que no tornaron a dar mas desasosiego al canpo que caminaba.
Aquel dia propio fueron los nuestros a alojarse a vn lugar o pueblo que estaria dos leguas del de Nuestra Señora, cuyos moradores abian sido llamados y llevados para la guaçabara o pelea que con los españoles tubieron; y como otro dia acudiesen a sus casas y alrrededor de ellas encontrasen los caballos que andaban sueltos paçiendo, eran tan opresos del temor que en la guaçabara del dia antes abian cobrado, que sin osar ni poder bolber atras ni pasar adelante, se dexaban caer en el suelo y metiendo las cabeças y rrostros entre la paja dexaban los cuerpos descubiertos, como suele hazer la perdiz quando es perseguida del caçador. Deste pueblo paso nuestra gente adelante en su descubrimiento, y llegaron a vn rrio llamado Oriare o Oguape, rribera del qual avia algunos naturales poblados, de lengua guati. Alojose el Governador en la rribera deste rrio por yr algo creçido. Los naturales que de la otra parte estaban contrataban con los nuestros, avnque no con mucha seguridad, porque pasaban el rrio en canoas con algunas comidas, y quando llegaban çerca de tierra dezian a los españoles que pusiesen el rrescate a la lengua del agua y que se arredrasen afuera, y con esto llegaban los yndios y tomando el rrescate que les daban, dexaban98 alli las comidas que trayan, y se bolvian sin querer mostrar su conversaçion; y pareçeme que lo hazian astutamente, pues si cayan en poder de aquella gente que venian hechos a tomar todo lo que abian menester graçiosamente, se abia de hazer lo mismo con ellos, y avn si pasaban sin derramamiento de sangre, seria muy gran merced que se les hazia.
Estos yndios, pensando asonbrar a los nuestros, hazian en sus pueblos, que estaban a la rribera de aquel rrio Ariare, muy grandes candelas o fuegos toda la noche; y vna de las noches que alli estuvieron los nuestros, de rrepente, alzaron los yndios muy gran grita y bozeria que cavso alguna admiraçion entre los españoles, y procurando ynquirir y saber que fuese la cavsa de aquel alboroto y grita, era que en aquella sazon abia hecho eclise la luna, y conforme a las suprestiçiones questos yndios vsan, tubieronlo por mal pronostico y señal, como que por aquel eclibse les abia de sobrevenir hambre o mortandad, y para rremedio destos males o en venganza del pronostico y señal que la luna les abia dado, se ayraban y enojaban contra ella arrojandole muchos tizones, y palos y piedras y otras cosas que a las manos abian. Con el mismo ynpetu los prinçipales y señores, siguiendo la misma furia y suprestiçion de sus subditos, tomaban las macanas, que son sus armas, y davan muy grandes golpes en los arboles que topaban, en señal de vengança contra la luna, y bolviendose a los yndios sus vasallos, los consolaban diziendo que no temiesen las calamidades que rrepresentaban los prodigios de la luna, que ellos lo rremediarian todo con grandes sementeras que harian para su sustento y mantenimiento, y con esto se aplacaron.
Los nuestros, buscando vado, pasaron el rrio muy apartados de la poblazon dicha, y prosiguiendo su descubrimiento por la halda de la cordillera que a mano derecha llevaban, fueron a dar a vna provinçia que tiene vn rrio llamado Guavyare, y por la lengua de los naturales Camicamares, cuyos naturales salieron al encuentro al Governador Jorge Espira y a los suyos, por los quales99 fueron façilmente desbaratados y ahuyentados; y no deteniendose en esta provinçia prosiguieron adelante y llegaron a vn pueblo de çierta gente llamados guayupes, cuyos moradores esperaban a los nuestros en sus propias casas con las armas en las manos; y para rrepresentar con mas feroçidad la brabeza de sus personas, que eran muy creçidas, estaban todos vntados con el çumo de çiertas mançanas que en comun llaman xaguas, con lo qual eran bueltos muy negros. Estas xaguas es cosa muy vsada en las Indias, casi tanto como la bixa, betun colorado de que tanbien, como en muchas partes desta Istoria e tratado, vsan los yndios e yndias mucho.
Estaban estos barbaros desnudos, en cueros, para mejor vsar de la ligereza de sus personas, y con esto se abian enborrachado con aquel brebaje de que vsan todos los yndios en general, que es o de mayz o de aquella rrayz llamada yuca; porque tenian estos yndios, y sin ellos otros muchos, que saliendo borrachos a la guerra o pelea, llevan consigo mas vigor y fuerza y coraje. Mas todas estas ynvençiones no les aprovecharon cosa alguna, porque avnque en el primer acometimiento que nuestros peones les hizieron se defendieron muy bien, luego que llegaron los de a caballo fueron con façilidad rronpidos y desbaratados y puestos en huyda. Los nuestros saquearon el pueblo, y alojaronse alli aquel dia, y el siguiente se partieron para adelante, y en pocos dias llegaron a vn rrio cavdaloso, llamado Papamene, que en lengua de aquellos naturales quiere dezir rrio de plata, rribera del qual se alojaron para dar horden en su pasaje y en buscar vado para ello y aber algunos yndios naturales de por alli que los guiasen adelante.
CAPITULO DOZE
Como teniendo Jorge Espira paz con los yndios del Papamene paso el rrio, y atrabesando la tierra deste nombre, fue a dar, con guias que de alli tomo, a los Choques, de donde embio vn cavdillo con gente a descubrir lo que adelante abia.
Alojado Jorge Espira rriberas del rrio Papamene, luego los naturales de aquella provinçia, admirados de ver aquella nueba manera de gentes, barbadas y bestidas y en toda manera de bivir muy diferentes de ellos, començaron a çercar rrecatadamente a los nuestros, para mejor vellos y rreconoçellos, lo qual visto por el governador, començo a llamallos por señales que les hazia y por algunos ynterpretes que traya, que avnque torpemente entendian en alguna manera aquella lengua. Los yndios, entendiendo por las señas que veyan que los nuestros querian su amistad y trato, tomaron la comunicaçion que les pareçio mas segura y de que menos se podian aprovechar los españoles para rresistirles, y metiendose gran cantidad de ellos en canoas, se vinieron por el rrio açercando a donde estaban alojados los españoles, los quales no dexaban destar muy rrecatados y sobre el aviso, viendo que los yndios abian vsado de aquella destreza y que para venillos a ber se abian juntado mas de treçientas canoas.
Començaronse a tratar los vnos con los otros por via de rrescate y mercado, porque los yndios trayan cantidad de pescado asado en barbacoa y otros generos de comidas de que ellos vsan, y a trueque dello pedian de lo que los españoles trayan100, y lo que mas les agradaba eran cascabeles, por los quales daban mas que por otro ningun genero de rrescate de los que los españoles trayan; y con este genero de contrato vinieron los yndios a perder el temor y a darse mas a conversaçion con los nuestros, de suerte que vinieron a saltar en tierra y a entrar muy sin temor en el alojamiento de los españoles. Viendo esto el Governador, procuro ynformarse destos yndios de la noticia que adelante avia o tenian de gentes y oro, los quales como si estuvieran en los coraçones de los nuestros, asi les pintaban por palabras lo que yvan a buscar, diziendoles que en tiempos pasados sus mayores abian ydo a guerrear con çiertas gentes que adelante de ellos estaban, de donde abian traydo gran cantidad de oro y plata; y como era cosa que los españoles y su Gobernador mucho deseaban aber, no pusieron ninguna duda en ello, mas tomando de aquellos propios yndios quatro o çinco para guias y lunbre101
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1
En la edición de Caracas se escribe hacerla, en vez de trazella.
2
En la edición de Caracas se suprime la conjunción y, resultando que lo que se vió en el Concejo fué el libro del Padre Aguado, y no la instancia de éste y el libro, como se dice en el original.
3
En la edición de Caracas: el dicho vuestro poder.
4
En la edición de Caracas: de que vos.
5
En la edición de Caracas no se hace aquí punto y aparte, ni siquiera punto, sino que va todo seguido, como está en el original, con notable confusión para el lector.
6
Tampoco aquí se hace punto y aparte en la edición de Caracas.
7
Tampoco aqui se hace punto en dicha edición.
8
En la edición de Caracas: que los españoles.
9
Las palabras aqui subrayadas lo están en el original. En la edición de Caracas se dice: y había en la, sin subrayar.
10
En la edición de Caracas: a algunas. En el original falta a.
11
En la edición de Caracas: y algunos de ellos hechos esclavos. El original dice conclabi, una de las muchas palabras latinas que suele emplear el autor, y que aquí puede significar encerrados, apresados.
12
Colección de documentos inéditos de Indias. Tomo XXII, pág. 125.
13
Colección de documentos inéditos de Indias. Tomo XXII, pág. 184.
14
En la edición de Caracas, regostado.
Regostado, de arregostarse, es engolosinarse ó aficionarse à alguna cosa; regastado (palabra compuesta de la preposición inseparable re, que significa repetición, y de gastado), significa gastar mucho ó muchas veces. Regostado, como dice la edición de Caracas, no forma sentido.
15
En la edición de Caracas se omite la conjunción.
16
D. Justo Zaragoza. —Memoria sobre la Peninsula de la Guajira.
17
Archivo de Indias. – Indiferente general. – Registros, asientos y capitulaciones generales para descubrimientos y poblaciones: 1508-1574. Tomo I, folio 59.
18
En la edición de Caracas se omite o.
19
Relación breve y la más cierta que se ha podido haber, de las personas que se han hallado en Venezuela, desde el principio que se vino á poblar por los Velzares y sus gobernadores con provisión de Su Majestad, por el licenciado Juan Pérez de Tolosa. – Coro, 8 de Julio de 1548. (Biblioteca de la Real Academia de la Historia.)
20
Página 149. – Edición de París de 1841.
21
En la edición de Caracas: al en vez de el.
22
En la edición de Caracas: en en vez de con.
23
En la edición de Caracas: entendieron, en lugar de entendiendo.
24
En la edición de Caracas se omite o poblasen.
25
Tachado: la costa arriba.
26
En la edición de Caracas: poblar un pueblo más, omitiendo la conjunción o.
27
En la edición de Caracas se añade: y feudatarios.
28
En la edición de Caracas, y sin duda por error de imprenta, en vez de artesa, se pone artera.
29
En la edición de Caracas, en vez de ensangostando, se dice engostando, lo cual nada significa.
30
Instruídos, enterados.
31
En la edición de Caracas se repite la palabra veces, que no está repetida en el original.
32
Bultos, por vueltos.
33
En la edición de Caracas se escribe con en vez de sin.
34
Cisiones, por incisiones.
35
En la edición de Caracas se dice á la laguna en vez de de la laguna.
36
Rebozo: simulación, pretexto.
37
Vaguada es la línea que marca el fondo de un valle, y es el camino por donde van las aguas de las corrientes naturales. En la edición de Caracas, en vez de vaguarse se dice ó aguarse.
38
En la edición de Caracas se dice: Estaba el principal poblador ó señor de la rribera de esta laguna.
39
En la edición de Caracas, desde.
40
En la edición de Canarias, en por su. Debe ser errata de imprenta.
41
En la edición de Canarias, bajando por bojando.
42
Un borrón cubre la primera silaba de esta palabra.
43
En la edición de Caracas: Quinto Escipión. Asi debia ser, pero en el original se comete el error copiado aquí.
44
En la edición de Caracas a en vez de de.
45
Barbacoa significa aquí conjunto de palos de madera verde puestos sobre un hueco á manera de parrilla, que usan los indios para asar carne.
46
En la edición de Caracas: salar.
47
Como más adelante puede verse, puesta significa aqui pedazo.
48
En la edición de Caracas: tierra en lugar de sierra.
49
Rrabucha ó Rrabuelsa. La palabra está enmendada en el original, y resulta de difícil lectura.
50
En la edición de Caracas: fuerza por fresca.
51
Debe ser una errata, y querer decir apacible, como se escribe en la edición de Caracas.
52
Debe ser errata material y querer decir rumor.
53
En la edición de Caracas se omite en aquel valle.
54
En la edición de Caracas, la en vez de su.
55
Debe ser hato, ropa y pequeño ajuar para el uso preciso y ordinario.
56
En la edición de Caracas: alcanzarlo.
57
En la edicion de Caracas se lee: y quitasen cincuenta graves penas.
58
En la edición de Caracas: desearon.
59
En la edición de Caracas: ajo por hayo. El hayo es una mezcla de hojas de coca y sales calizas ó de sosa y aun ceniza.
60
Idem íd.: y asi lo acostumbró mucho tiempo.
61
Entramos forma anticuada de entrambos.
62
Caliz, por Cádiz.
63
Mogorra por Gomorra.
64
A dos está repetido en el original.
65
Debe ser errata material, y querer decir puerto.
66
En la edición de Caracas: jiraharas.
67
En la edición de Caracas: bajando por bojando.
68
En la edición de Caracas: Buravre. En el original está enmendada esta palabra, y sobre la v se ha escrito después la b.
69
En la edición de Caracas: Micer Andrés.
70
Debe ser errata, y querer decir seguimiento.
En toda esta parte del manuscrito abunda mucho la supresión de sílabas, y, sobre todo, la de las letras finales de ciertas palabras.
71
Debe querer decir tigres.
72
Aquí deben faltar algunas palabras. En la edición de Caracas se dice: «porque en juntando la gente que en Coro», etcétera; pero en el original no existen las palabras la gente.
73
En la edición de Caracas, el en vez de al.
74
Debe querer decir enjugado.
75
En la edición de Caracas: aquel en vez de que el.
76
Idem id.: palmitas. Esto nada significa. Palmito es una planta de la familia de las palmas.
77
Debe querer decir la gente.
78
Siguen varias palabras tachadas.
79
En la edición de Caracas: Sosubana.
80
En la edición de Caracas: que á manos vivas. Esto cambia completamente el sentido. Lo que el autor dice es que seis españoles fueron hechos prisioneros vivos.
81
En la edición de Caracas: otros tres soldados españoles.
82
En el original está escrito rremamanecio, debiendo ser rremanecio. En la edición de Caracas se dice: amaneció. Esto es un error. Remanecer significa aparecer de nuevo é inopinadamente, y esto es lo que da sentido al texto.
83
Debe querer decir atravesar.
84
Quiere decir llamados.
85
En la edición de Caracas: acontecimiento.
86
Idem id.: como en su Historia trata, omitiendo el se.
87
En la edición de Caracas, y sin duda por errata de imprenta, se dice preciosimos.
88
Sigue línea y media tachadas.
89
Debe querer decir distancia.
90
En la edición de Caracas falta el de.
91
Léase guia.
92
El original dice ynfortinios.
93
En la edición de Caracas: hambre y sed.
94
En vez de de dreman, que está escrito en el original, debe leerse Fedreman.
95
En la edición de Caracas: el capitán Rivera.
96
En la edición de Caracas: temor. Para el sentido del párrafo es igual; pero el original dice terror.
97
En la edición de Caracas, la coma está después de la palabra camino y falta después de presto. Con ello se altera el sentido.
98
En la edición de Caracas: dejaron.
99
En la edición de Caracas, en vez de quales se escribe que les. Esto hace que no pueda entenderse el párrafo.
100
Siguen aquí unas palabras tachadas.
101
Lumbre está aquí usada, indudablemente, en el sentido de luz, modelo, persona ó cosa capaz de ilustrar ó guiar.