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Traducir el Concilio Vaticano II
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EDICIONES UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE

Vicerrectoría de Comunicaciones y Educación Continua

Alameda 390, Santiago, Chile

editorialedicionesuc@uc.cl www.ediciones.uc.cl

TRADUCIR EL CONCILIO VATICANO II.

Método morfosintáctico práctico de latín

Patricio Serrano Guevara

© Inscripción N° 258.798

Derechos reservados

Octubre 2015

ISBN edición impresa 978-956-14-1706-9

ISBN edición digital: 978-956-14-2656-6

Diseño y diagramación: versión | producciones gráficas Ltda.

Diagramación digital: ebooks Patagonia

info@ebookspatagonia.com

www.ebookspatagonia.com

CIP - Pontificia Universidad Católica de Chile

Serrano Guevara, Patricio A.

Traducir el Concilio Vaticano II : método morfosintáctico práctico del latín / Patricio Serrano Guevara.

1. Latín-Gramática

2. Concilio Vaticano (2° : 1962-1965)

I. t.

2015475 + DDC23RCAA2


ÍNDICE GENERAL

Prólogo

Abreviaturas

SECCIÓN 1

Bases morfológicas del sustantivo

Función lógica o sintáctica del caso

Primera declinación

SECCIÓN 2

Segunda declinación

Adjetivos de la primera clase: sanctus (santo) / sacer (sagrado, sacro)

El verbo regular

SECCIÓN 3

Tercera declinación

Participio perfecto pasivo con complemento agente

Participio presente activo y su traducción

El adverbio derivado de adjetivos de primera y segunda clase

SECCIÓN 4

Cuarta y quinta declinación

Voz pasiva de verbos regulares

El pronombre relativo: qui, quae, quod

El verbo deponente

SECCIÓN 5

Verbos en modo subjuntivo activo y pasivo: presente e imperfecto

El elemento cum y sus traducciones básicas

SECCIÓN 6

Pronombres personales y reflexivos

Pronombres adjetivos mostrativos: hic, iste, ille

Pronombres adjetivos determinativos: is, idem, ipse

Adjetivos pronominales: unus, solus, totus, ullus, nullus, alius, alter

Ablativo absoluto

Valores sintácticos del elemento ut

SECCIÓN 7

Gerundio

Gerundivo

Conjugación perifrástica pasiva

Solucionario restringido de los ejercicios por orden de secciones

Datos bibliográficos

PRÓLOGO

Traducir el Concilio Vaticano II no pretende ser, como su título indica, un método para traducir latín, pensado en sentido general. En efecto, ha sido concebido exclusivamente para traducir textos oficiales de aquel, y más específicamente las Constituciones Lumen gentium, Dei verbum y Gaudium et spes, aunque también de modo restrictivo, esto es, números y párrafos circunscritos de ellas.

Este procedimiento metódico de “latín conciliar” intenta colocar un cimiento reducido y elemental que deberá ser ampliado y completado tanto por el alumno que transita el espacio académico y formativo estricto como por la persona interesada en estudiar los textos oficiales latinos. En consecuencia, quedarán fuera de sus límites, algunas materias morfosintácticas que, de haberlas integrado, habrían excedido el diseño original. Insisto, por consiguiente, en que el presente método de traducción no aspira a convertirse en un instrumento concluido, sino en una herramienta propedéutica altamente práctica de la que no disponíamos hasta la elaboración de la que ahora presento.

La lengua latina constituye un todo que experimenta transformaciones con el transcurso del tiempo, por tanto la denominación “latín conciliar” se debe a un artificio que tiene el único propósito de acentuar el que este método está enteramente dedicado al latín empleado en la redacción de los textos conciliares. No obstante, puede percibirse en su lectura que los redactores se han formado en la tradición clásica y de ahí que copiosos párrafos exhiban complejidades en su tejido discursivo. Idéntica dificultad puede descubrirse en el estilo literario, reflejado en profusas construcciones oracionales que el traductor precisa enfrentar.

La estructuración de las distintas materias en secciones responde no solo a una progresión en la práctica de la morfosintaxis, sino también a una acuciosa selectividad de aspectos rigurosamente demarcados de ella y que aparecen con mayor asiduidad en los pasajes seleccionados. Se ha establecido el principio de espigar de modo privilegiado los elementos de la morfosintaxis más utilizados por los redactores en la trama de sus textos. En términos distintos, se ha favorecido la practicidad en el sentido más amplio.

Por lo anteriormente expuesto, es que, por ejemplo, desde la Sección 1 y hasta un segmento inicial de la Sección 3, decidí ejercitar el análisis morfológico y sintáctico mediante constructos teóricos, es decir, oraciones artificiales en latín, que reproducen, con sentido coherente, la linealidad o hilatura discursiva, incluido el léxico presente en las oraciones conciliares oficiales. Tales constructos están exigidos por el grado incipiente de latín en que se encuentra el estudiante. Sin embargo, desde la temprana Sección 3, y ocupando la casi totalidad de su extensión, el alumno se inicia en la traducción de breves textos de las Constituciones, practicando e interiorizando el arte de traducir. No obstante, hay un diminuto grado intermedio consistente en la adaptación, vale decir, en la modificación restringida de oraciones o textos reducidos oficiales con el fin de permitir que el alumno enfrente pasajes de mayor complejidad sintáctica.

Con la finalidad de que el estudiante pueda autocorregir sus propias traducciones provisionales, ofrezco un solucionario acotado estrictamente a los constructos teóricos, y a las adaptaciones de textos conciliares.

Para alcanzar una conveniente competencia en la práctica de la traducción es insoslayable adquirir un apropiado conocimiento del arte de traducir. Este se cimenta en reglas y procedimientos exactos y graduales, que no solo obedecen a preceptos y formas de estilo en el logro de un fin adecuado, sino también a consideraciones lingüísticas y hermenéuticas.

Retornemos muy brevemente a las secciones en las que se divide el método. Este está distribuido en siete secciones, y cada una va precedida por los contenidos atingentes a la gradualidad del conocimiento morfosintáctico y su ejercicio. Si bien está fraccionado, configura una sola unidad, dado que la Sección séptima es coronamiento de las seis anteriores respecto del conocimiento de la morfosintaxis y la práctica de la traducción en estricto concatenamiento. Eso se corrobora con la progresiva complejidad particularmente de las sintaxis y también en la extensión de los textos exigidos.

Un puesto significativo lo ocupa el vocabulario. Es ineludible que el alumno memorice una cantidad suficientemente amplia de vocablos para evitar una extrema dependencia del diccionario o vocabulario de cada sección. Ahora bien, el vocabulario obligatorio no se ajusta exactamente a lo que de manera tradicional se entiende por tal. En efecto, además de la enunciación y significado de los vocablos, decidí considerar minuciosas explicaciones sobre las dificultades sintácticas que forman parte inherente a las materias de estudio indicadas en los contenidos de cada sección. Por consiguiente, las aludidas materias estarán incluidas en un índice paralelo al de los contenidos expuestos al principio de cada sección. Lo anterior, debido a que estoy persuadido de que las referidas dificultades se asimilan con mayor eficacia en la práctica directa con los textos.

Este método es el fruto de mi trabajo académico desplegado en el Seminario Pontificio Mayor de Santiago y en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Sin la más mínima duda, quienes me han estimulado a concebir, elaborar y finalmente producir un manuscrito de aquel, son mis apreciados alumnos, cuyas perspicaces observaciones y amables sugerencias contribuyeron a una esperable claridad y nítido estructuramiento de este instrumento de traducción. Dejo constancia de que estoy dispuesto a ir perfeccionándolo con futuros anexos de sintaxis superior y todo lo requerible para que se transforme en un método lo más completo posible.

Quiero agradecer infinitamente a mi estimado seminarista y alumno Francisco Araya González, del Seminario Pontificio Mayor de Santiago, sin cuyo auxilio en aspectos didácticos y férrea disciplina en digitalizarlo, este método habría permanecido indefinidamente como un manuscrito de circulación estrictamente privada.

Espero que mis alumnos y personas atraídas por la lectura de los textos latinos oficiales del Concilio Vaticano II, encuentren en este inédito y prototípico método un eficaz instrumento que sirva para afianzar los estudios teológicos en los que sean exigibles las fuentes magisteriales latinas en virtud del rigor académico en sus grados elementales y superiores.

PATRICIO SERRANO GUEVARA

SECCIÓN 1

• Bases morfológicas del sustantivo

• Función lógica o sintáctica del caso

• Primera declinación

BASES MORFOLÓGICAS DEL SUSTANTIVO

EL SUSTANTIVO

Es un elemento de la oración que indica realidades concebidas como independientes del pensamiento. Se le atribuyen los accidentes de: género gramatical, número, caso y declinación.

Los géneros gramaticales

Presenta tres géneros gramaticales: masculino, femenino y neutro.

El número

Muestra dos números gramaticales: singular y plural.

El caso

El sustantivo presenta terminaciones variables adheridas a la parte inalterable de él, que se denomina raíz. Cada terminación variable se relaciona con su función lógica o sintáctica dentro de una oración, esto es, sujeto, complemento del nombre, complemento directo, complemento indirecto y complemento circunstancial, por nombrar las funciones básicas que puede cumplir.

En latín hay seis (6) casos:

1.Nominativo (N.) 2.Genitivo (G) 3.Dativo (D) 4.Acusativo (Ac.) 5.Vocativo (Voc.) 6.Ablativo (Abl.)

El vocativo no cumple función sintáctica, por tanto lo abordaremos únicamente en la práctica directa de análisis y siempre que aparezca en algún texto conciliar. Este caso se presenta cuando en los textos conciliares se citan pasajes del Antiguo o Nuevo Testamento.

FUNCIÓN LÓGICA O SINTÁCTICA DEL CASO

Caso nominativo

Cumple esencialmente la función de sujeto, pero también realiza las funciones de predicado nominal (PN) y aposición (AP), las cuales examinaremos en el momento apropiado.

Caso genitivo

Funciona básicamente como complemento del nombre, es decir, completando el sentido de otro sustantivo. Indica en términos muy generales la idea de posesión o pertenencia. Se traduce al español mediante la preposición de.

Caso dativo

Funciona como complemento indirecto, particularmente con verbos que señalan transferencia (dar, donar, trasmitir, etcétera), y se traduce al español por medio de las preposiciones a y para.

Caso acusativo

Cumple la función de complemento directo, siempre que dependa de un verbo transitivo. Se traduce al español con la preposición a si el sustantivo es persona o cosa personificada y, en caso contrario, sin ella.

Caso vocativo

Este caso no cumple función lógica o sintáctica, ya que corresponde a la función apelativa del lenguaje, esto es, un individuo, persona o cosa personificada invocada. En términos prácticos este caso no tiene uso en los textos conciliares, excepto cuando se citan textos bíblicos en que este aparece, y por esa razón obviaremos considerar este caso en las declinaciones.

Caso ablativo

Funciona como complemento circunstancial con distintos significados, aunque normalmente ejerce como complemento circunstancial de medio o instrumento. Se traduce, en términos útiles, al español mediante las preposiciones con, en, por, teniendo en cuenta el contexto. No obstante, la traducción más usual y persistente es mediante, por medio de, a través de.

N.B.: Respecto del complemento circunstancial, también puede cumplir tal función lógica o sintáctica el caso acusativo y el propio caso ablativo, siempre que formen una estructura con una preposición que los debe anteceder. Ahora bien, el caso acusativo igual puede presentarse sin preposición y cumplir una función circunstancial, aunque tal función no es frecuente.

ESQUEMA MORFOSINTÁCTICO

(N.) NominativoN.: S./PN./AP. → Sujeto/ Predicado nominal/Aposición (G.) GenitivoG.: CN. → Complemento del nombre (D.) DativoD.: CI. → Complemento indirecto (Ac.) AcusativoAc.: CD. → Complemento directo (Abl.) AblativoAbl: CC. → Complemento circunstancial

DECLINACIONES DEL SUSTANTIVO

Se denomina declinación a la ordenación, en modelos o paradigmas, de todos los sustantivos con el fin de reconocerlos en sus distintas agrupaciones. Asimismo se aplica el concepto a otros elementos de la oración que examinaremos en el momento adecuado.

En latín hay cinco declinaciones o modelos de agrupación, que presentan ciertas particularidades vocálicas y que permiten aquellas cinco declinaciones o modelos de agrupación.

PRIMERA DECLINACIÓN

Para reconocer con exactitud a qué declinación pertenece un sustantivo, es necesario enunciarlo. Enunciar un sustantivo es indicar su nominativo y genitivo adheridos a la raíz de él. Es de ese modo como aparece en un diccionario. La enunciación se memoriza por práctica insistente.

Esta declinación comprende casi en su totalidad sustantivos femeninos, un reducido número de masculinos y ninguno de género neutro.

• Paradigma: Ecclesia.

• Enunciación: Ecclesia, ae, f., Iglesia.

N.B.: Los casos de las cinco declinaciones necesariamente deben retenerse en el depósito de la memoria; y este ejercicio es una necesidad ineludible.

N.B.: Observar cómo se separa la raíz de la terminación o desinencia. La raíz siempre se obtiene a partir del caso genitivo, eliminando la terminación casual -ae.

En latín no hay artículos definidos ni tampoco indefinidos; por tanto, es preciso reproducirlos en español de acuerdo al contexto y significado de la oración.

Las traducciones que presentamos en relación con el sustantivo Ecclesia deben entenderse únicamente como aproximativas y estrictamente pedagógicas, puesto que en las traducciones, tanto de los ejercicios como de los textos, ellas experimentarán cambios notables, aunque no muchas veces radicales.

Tabla de Estudio

Casos 1a declinación Singular Plural N. a ae G. ae arum D. ae is Ac. am as Abl. a is

PRÁCTICA MORFOSINTÁCTICA DE LA PRIMERA DECLINACIÓN

En primer lugar, esta práctica debe constituir el modelo o ejemplo que debe aplicarse a las restantes cuatro declinaciones, puesto que sus principios son idénticos y, por decirlo de alguna manera, universales. Luego expondremos el esquema esencial del arte de traducir.

Abordaremos muy concisamente el orden de las palabras según la linealidad lógica o sintáctica de la lengua latina en correspondencia estricta con la española.

ESQUEMA DEL ARTE DE TRADUCIR

En términos muy breves, traducir puede considerarse un arte en cuanto a que la transferencia o transvase de un tejido discursivo de una lengua fuente u origen a otra receptora, exige cumplir reglas o preceptos rigurosos y determinados para reproducir lo más exactamente posible el mensaje que la lengua fuente u origen contiene, hilado en aquel tejido lógico, en la lengua receptora. Esto debe operarse mediante una equivalencia fluida y precisa, haciéndose cargo del sentido y del estilo. No obstante este arte, la traducción tiene apoyatura en principios lingüísticos y hermenéuticos.

Ahora exponemos el esquema del arte de traducir:


GRADUALIDAD DEL ARTE DE TRADUCIR

Primer paso: Subrayar el verbo y nombrar sus cinco accidentes: modo, tiempo, voz, persona y número; luego traducirlo.

Segundo paso: Detectar el sujeto, que puede ser simple o complejo; en relación con este debemos identificar el o los núcleos, pudiendo indicarlo (os), situando la marca convencional X debajo de él (ellos); un núcleo es siempre un sustantivo, palabra sustantivada o pronombre; luego detectar sus perfecciones (adjetivos, complementos del nombre, etc.). Las perfecciones referidas pueden ser señaladas con el signo convencional

, apuntando, desde su izquierda o su derecha, hacia el núcleo (os).

Tercer paso: Si el verbo es transitivo (tr.), función indicada en el diccionario, pueden detectarse uno o más núcleos de complementos directos (CD) y a continuación se buscan sus perfecciones.

Cuarto paso: Se busca el complemento indirecto (CI) y su o sus núcleos, y luego se procede a descubrir sus perfecciones.

Quinto paso: Se localiza el complemento circunstancial (CC) y después se detectan sus perfecciones.

Sexto paso: En caso de que el verbo no sea transitivo, sino intransitivo, esta función se indica en el diccionario, no se debe buscar el complemento directo, ya que un verbo intransitivo en absoluto lo lleva; en cambio, detectaremos los demás complementos y repetiremos el procedimiento antes señalado, es decir, identificar las perfecciones.

N.B.: Este modo gradual de operar morfosintácticamente se ajusta a un método lógico; no obstante, podría enfocárselo de manera distinta de acuerdo a otros procedimientos lógicos; por ejemplo, considerar provisionalmente la linealidad de la lengua latina, estrictamente de izquierda a derecha, tal como aparece en la estructuración del texto. Sin embargo, se debe advertir que el referido método del arte de traducir es bastante más seguro.

Finalmente, debemos explicar muy sucintamente el modo de posicionar las palabras de acuerdo al orden lineal (izquierda a derecha según línea de colocación de las palabras y la lectura) de la lengua latina. Debido precisamente a las terminaciones o desinencias que exhiben los distintos casos y al orden lineal, esto es, los vocablos situados de izquierda a derecha formando un todo lógicamente coherente, es posible observar una disposición diferente a la linealidad del español respecto del énfasis o estilo del autor de un discurso en lengua latina. En efecto, el orden lineal en latín, en razón de aquellos dos mecanismos, regularmente aparece “alterado” en comparación estricta con el orden lineal usual de la lengua española. Esto es esencial, ya que, siendo el latín lengua fuente y el español la lengua receptora, debemos descubrir rigurosamente el equivalente lógico lineal más apropiado y exacto en la traducción.

EJERCICIOS DE PRÁCTICA MORFOSINTÁCTICA CON LA PRIMERA DECLINACIÓN

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