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El Códice mendocino: nuevas perspectivas
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El Códice mendocino: nuevas perspectivas

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En algunas dobles páginas en la segunda y tercera sección del Códice mendocino, el número de folio del recto se repite en el verso del frente, con la misma letra y por lo general con una línea de paréntesis familiar. Esto sucede especialmente en los inicios de las secciones, probablemente para mostrar que se debe leer la doble página como una unidad de texto e imágenes, con “19” (en 18v) y “20” (en 19v) al inicio de la sección de homenajes, y “57” (56v), “58” (57v) y “59” (58v) al inicio de la sección final sobre la vida de los aztecas. Si bien esto podría significar que el foliador tenía la intención de numerar las dobles páginas en lugar de los folios —quizás solo en algunos casos y no en todos— la convención moderna es interpretar y citar los números solo como números de folio (por lo tanto, la primera doble página de la tercera sección será citada como folios “56v-57r”, no como “57-57”).

Los números de folio de cada verso también se encuentran en dos dobles páginas en el medio de la sección de tributos, en “f .º 43”. (en el folio 42v) y “f .º 44”. (43v): excepcionalmente con la palabra “f(oli)o” especificada, pero entre paréntesis o corchetes, como es usual. Finalmente, las últimas dobles páginas de la sección también están marcadas, con “51” (en el folio 50v), “52” (51v), “53” (52v), “54” (53v) y “55” (54v). Estas se ingresaron correctamente y sin modificación alguna: pueden haber sido añadidas allí, si bien por el foliador del siglo XVII, en un intento de esclarecer las hojas desordenadas (y las correcciones a los principales números de folio) en esta área del manuscrito (véase también Cuadernillo VI).

Los folios i-ii y 71-85 fueron foliados en lápiz en el estilo de la Bodleiana, probablemente por Falconer Madan (finales del siglo XIX/principios del siglo XX). Los folios I y II fueron foliados por Bruce Barker-Benfield, al ser añadidos en 1986.

Número de ítem (?)

El folio 1r también contiene un “1”, escrito en negritas con tinta en el borde inferior del folio 1r, hacia la derecha. Esto tal vez puede ser interpretado no como una firma del cuadernillo, sino como un número de ítem del siglo XVII o posterior, no anterior a la época de la encuadernación actual, ya que coincide más o menos con la posición de un “II” escrito en el borde inferior de la primera página de la parte 2 en el folio 73r. Sin embargo, los números de este último son más pequeños y no están tan alejados del centro hacia la derecha, por lo que esta interpretación no es muy segura.

Compaginación, cuadernillo por cuadernillo

Convenciones utilizadas en los siguientes gráficos de compaginación


Convenciones de marca de agua


Parte I: Códice mendocino, con guardas frontales

Guardas frontales y Cuadernillo I

Parece más claro presentar la evidencia compleja para estas hojas en orden cronológico inverso; es decir, comenzando con la evidencia visible actual y regresando hacia reconstrucciones hipotéticas de su disposición original. En consecuencia, la discusión comienza con una lista de los cambios realizados durante las reparaciones de 1986 y las representaciones gráficas de la evidencia visible en dos gráficos, gráfico 1 “después” y gráfico 2 “antes” de los cambios de 1986. El gráfico 3 reafirma la evidencia del gráfico 2 para proporcionar una reconstrucción hipotética de cómo se unieron las hojas en ese entonces; es decir, durante el periodo entre la encuadernación del siglo XVII y las reparaciones de 1986. El gráfico 4 refiere únicamente a las hojas frontales finales, en una reconstrucción hipotética de su estado antes de la encuadernación del siglo XVII, como evidencia de una encuadernación anterior. Los gráficos 5-6 presentan las reconstrucciones alternativas de la estructura original del cuadernillo I (omitiendo las hojas finales).

Cabe señalar, sin embargo, que incluso esta serie de gráficos probablemente no ofrece más que un recuento demasiado simplificado de la compleja historia de estas hojas de más de cuatro siglos y medio. El enorme interés que siempre han atraído las debe haber vuelto vulnerables a la excesiva manipulación y, por lo tanto, a frecuentes reparaciones ejecutadas con el pasar de los años.

Guardas frontales y Cuadernillo I: cambios realizados en 1986

1.El folio i fue liberado del reborde de la contraguarda frontal a la cual había sido pegado.

2.A través de la acumulación de papel y pegamento se notó que las lengüetas más grandes (ver tablas a continuación) formaron crestas con el consiguiente debilitamiento de las hojas a las que inicialmente estaban pegadas. En consecuencia, fueron liberadas de la siguiente manera:

–La lengüeta (a) verso fue liberada de la lengüeta (b) recto.

–La lengüeta (b) verso fue liberada del folio ii recto (la lengüeta (b) permanece engrosada con depósitos de pegamento en cada lado).

–La lengüeta (c) verso fue liberada del folio 1 recto.

–La lengüeta (d) verso fue liberada del folio 9 recto.

–Las cuatro tiras de antiguo papel de reparación en la parte superior e inferior de los folios 1v y 2r, que forman una pareja y que probablemente estuvieron unidas en algún punto para proporcionar apoyo adicional a estas hojas, fueron retiradas y se desecharon [estas tiras son visibles en el facsímil Cooper Clark de 1938 y en las diapositivas de 1985 que se utilizaron para el facsímil de 1992].

3.La lengüeta (c) se movió a una hoja anterior desde su posición antes del folio 1 a una nueva posición antes del folio ii, para evitar daños en el folio 1 por su borde endurecido.

4.Para evitar un mayor plegado, se añadieron dos nuevas hojas de guarda entre los folios i y ii:

–El folio i se añadió entre la lengüeta (a) y la lengüeta (b).

–El folio ii se añadió entre la lengüeta (b) y la lengüeta reubicada (c).

5.Fue necesario añadir nuevo tejido de reparación1 a lo largo de varios medianiles, por ejemplo, entre la contraguarda frontal y el folio i. Estas nuevas uniones no implican que las hojas contiguas, conectadas de este modo por el nuevo tejido, estaban necesariamente unidas originalmente.

Gráficos de compaginación, en orden cronológico inverso

Gráfico 1. Estado después de las reparaciones de 1986, solamente evidencia visible.


Gráfico 2. Estado antes de las reparaciones de 1986, solamente evidencia visible.


Gráfico 3. Estado antes de las reparaciones de 1986, reconstrucción hipotética (es decir, esencialmente tal como la dejó el encuadernador del siglo XVII).


Notas sobre las lengüetas

1.La lengüeta (a) y su compañera (todavía firmemente pegadas al folio i verso), la lengüeta (c) y la lengüeta (d) y su compañera (todavía pegadas al folio 10v) son todas de papel verjurado similar, tal vez el mismo. Parece ligeramente más grueso que los papeles del manuscrito principal o de los folios i-ii. Las lengüetas (a) y (c) no comparten los orificios aparentes en los medianiles del folio i, la lengüeta (b) y el folio ii (véase más abajo), y por lo tanto son probablemente más tardías. Es muy posible que daten de la época de la reencuadernación del siglo XVII.

2.No hay ninguna lengüeta correspondiente que proporcione una idea de cómo la lengüeta (c) encajaba en la estructura. Su función podría haber sido ayudar a reforzar la unión entre los folios 1 y 2, o para mantener los folios 1 + 2 en su lugar.

3.La tira de papel que forma la lengüeta (a) y su compañera se compone de dos tiras más cortas pegadas de extremo a extremo: la unión se produce aproximadamente a dos tercios hacia abajo. Las líneas de trazos de ambas tiras son horizontales (vertical en las lengüetas (c) y (d)).

Guarda frontal antes de la reencuadernación del siglo XVII, reconstrucción hipotética

La contraguarda frontal no muestra marcas de agua, aunque probablemente fue elaborada con el mismo papel que los folios i-ii y bien podría estar unida al folio ii. Los prominentes pliegues verticales en el centro de la contraguarda coinciden exactamente con los de los folios i-ii, lo que demuestra que, al igual que ellos, fue una hoja de guarda independiente antes de ser utilizada como contraguarda en la encuadernación del siglo XVII. Aunque la textura de la lengüeta (b) se engrosó y se volvió áspera debido a los depósitos de pegamento en ambos lados, todavía parece estar unida en la parte superior con el folio i. Dado que la contraguarda lleva la firma de André Thevet (d. 1592), estas tres hojas y la lengüeta deben datar al menos del periodo del manuscrito en Francia durante el siglo XVI, y antes del traslado del manuscrito a Londres en 1587, tal como se deduce de la inscripción fechada en el folio ii verso.

Frank Lestringant (1991, 38, 38-39 n. 27, 43) ha argumentado que la firma de Thevet en la contraguarda no corresponde a sus firmas fechadas de 1553 (folios 1r, 71v, con la forma latinizada Thevetus), sino a un grupo posterior (contraguarda frontal y folios 2r, 70v, forma francesa del nombre, escritura más acentuada). Estas no están fechadas, pero la que aparece en el folio 2r está acompañada por el título Cosmographe du Roi, que Thevet asumió, según Lestringant, solo desde 1568-69. Si esto es correcto (a pesar de una ligera sospecha de que la firma y el título en el folio 2r podrían no estar escritos uniformemente), la firma de la contraguarda frontal de la época podría haber sido escrita después de 1568. Esto no demuestra un terminus ante quem non similar para la existencia de esa misma hoja, aunque una reencuadernación en una etapa posterior de la posesión de Thevet proporcionaría un motivo para la reescritura de su firma en ese lugar. Sin embargo, teniendo en cuenta todas estas incertidumbres, es tentador sugerir especulativamente que la anterior encuadernación del Códice mendocino, tal como está representada ahora solo por las guardas anteriores, se realizó en los veinte años transcurridos más o menos entre 1568 y 1587. Esto estaría totalmente en línea con las marcas de agua francesas de la década de 1570 que se indican más arriba como paralelas (no exactas) a las marcas de agua de los folios i-ii (Patrón G).

En sus medianiles, el folio i, lengüeta (b) y el folio ii (pero no la lengüeta (a) o la lengüeta (c) llevan agujeros que no parecen coincidir con la costura del siglo XVII y probablemente son anteriores a la misma. La evidencia es confusa, pero esto pudo haber sido causado por el daño anterior y por una estructura de costura anterior. Un daño similar pero menos grave aparece en la hoja en blanco equivalente ubicada luego del final del Códice mendocino (folio 72) que, por lo tanto, se podría suponer que pertenece a este grupo anterior de guardas.

Gráfico 4. Guarda frontal antes de la reencuadernación del siglo XVII, reconstrucción hipotética.


Estructura original del Cuadernillo I, reconstrucciones alternativas

El folio 9 nunca pudo haber estado unido con el folio 2 o con el folio 10, ya que las tres hojas llevan marcas de agua, y las direcciones de la trama y de los lados del fieltro no encajan. Estos tipos de evidencia probarían que el folio 1 pudo haber estado unido ya sea con el folio 2 o con el folio 10.

Gráficos 5-6. Estructura original del Cuadernillo I, reconstrucciones alternativas.


Conclusión

La Reconstrucción B es la solución más económica. En ella se asume que se tomó una decisión tardía de rehacer la segunda hoja original con una hoja de papel Peregrino que lleva una marca de agua ligeramente diferente. El presente folio 2, con el frontispicio, es la única hoja que rompe el patrón regular de los lados del molde/fieltro. La alteración significó que se tuvieron que hacer arreglos especiales para mantener el folio 9 en su lugar después de la pérdida de su compañero.

En la Reconstrucción A, la regularidad del cuadernillo fue interrumpida desde el principio por razones no explicadas. Los folios 1-2 formaron un par separado de hojas (tal vez un bifolio conjunto) y los folios 9-10 eran únicos y nunca pudieron haber estado unidos. Un factor a favor de esta versión es que la textura del folio 1, un poco tosca y gruesa, parece coincidir con la del folio 2 mejor que con la del folio 10; pero el efecto podría haber sido causado por el desgaste adicional de las dos primeras hojas.

Gráfico 7. Cuadernillo II


Gráfico 8. Cuadernillo III


Gráfico 9. Cuadernillo IV


Gráfico 10. Cuadernillo V


Nota sobre el Cuadernillo V: la secuencia de los lados del papel de molde/fieltro se rompe en el bifolio 43/48, donde las dos hojas se pliegan a la inversa de lo normal. Sin embargo, dado que no hay ninguna señal de alteración textual entre los folios 42v y 43r, 43v y 44r, 47v y 48r, 48v y 49r, probablemente esta inversión sucedió por accidente cuando se conformó el cuadernillo en blanco antes de su uso.

Cuadernillo VI

Además de las reparaciones de los bordes, este cuadernillo no fue alterado durante las reparaciones de 1986. Cada hoja está alineada en el medianil con una lengüeta de un papel similar al que se utilizó para las lengüetas (a), (c) y (d) en las guardas frontales y el Cuadernillo I, que data quizás de la reencuadernación del siglo XVII. Todas las lengüetas en esta sección están todavía firmemente pegadas y es imposible saber cómo aquellas adjuntas a los folios 51, 52 y 54 se conectan y se montan en la estructura de costura.

El folio 55 se extravió hace tiempo entre los folios 52 y 53 (Cooper Clark toma nota de la alteración, vol. I, página 85 n. º 1, pero restaura artificialmente el folio 55 a su posición correcta en su facsímil, vol. III; se siguió la misma política en el facsímil de 1992). Los folios 55 + 53 están unidos artificialmente por un doblez del papel para reparación del siglo XVII (?), para formar el bifolio central del cuadernillo arreglado con un hilo en el medianil.

En la foliación de tinta del siglo XVII en los recto de los folios 55, 53 y 54 cada segundo dígito ha sido alterado. Bajo el Comparador de Video Espectral es evidente que el actual “53” es un “54” alterado, pero las primeras lecturas de los otros dos números no son claras. Como se señaló en “Foliación”, los verso en esta área del manuscrito (como ocurre en otras partes) están numerados con el número de folio de la página anterior, probablemente para demostrar que la doble página debía ser leída como una unidad con el texto enfrentando las imágenes. Las foliaciones de verso en esta sección están correctamente ingresadas según el contenido textual, con el “53” (a 52v), nada (55v), “54” (53v) y “55” (54v). Todos los números de folio, tanto recto (original y correcciones) como verso, parecen ser de la misma mano del siglo XVII. La evidencia de la foliación es difícil de evaluar, pero las alteraciones confirman al menos alguna alteración en el orden ya presente en el momento de la foliación del siglo XVII.

Gráfico 11. Cuadernillo VI, evidencia visible


La secuencia anterior (a diferencia de la del Gráfico 12) de hecho se ajusta al orden sugerido por la foliación original, tal como se indicó anteriormente entre corchetes. En teoría, la foliación en este orden pudo haber tenido lugar antes o después de que las hojas se desordenaran. Sin embargo, la explicación más natural sería que el foliador numeró inicialmente las hojas de los recto tal como las encontró, es decir, ya desordenadas. A continuación, después de darse cuenta del desorden, corrigió los números de los tres recto y añadió los equivalentes correctos en los verso pertinentes, aunque el folio 55, que estaba fuera de lugar, permaneció entre el 52 y el 53, donde se encuentra hasta el día de hoy.

Cuadernillo VI, reconstrucción hipotética del orden de Purchas (1625 o anterior)

La secuencia de grabados en madera del Códice mendocino en Purchas his Pilgrimes, parte 3 (Londres 1625, signatura de la Bodleiana Lister E 55), páginas 1100-1101, muestra las imágenes derivadas (de manera incompleta) de estas páginas en el orden siguiente: (p. 1100) Mendocino folios 52r, 53r y (p. 1101) folios 55r, 54r, dando por resultado la reconstrucción en el siguiente gráfico. En la traducción al inglés, el texto se adapta a las imágenes, un orden que no se podría haber logrado sin un silencioso reordenamiento editorial.

Gráfico 12. Cuadernillo VI [cont.]


Por desgracia, las relaciones cronológicas de la edición de Purchas, las tiras de papel de reparación, la foliación en tinta del siglo XVII y la encuadernación del siglo XVII no son claras. El gráfico 12 anterior puede poner demasiado peso en el orden de Purchas, que toma solo los elementos selectos de cada imagen. Sin embargo, el resto de sus grabados en madera están en el orden correcto. Su evidencia parece al menos suficiente para confirmar que el orden del Cuadernillo VI ya estaba alterado al momento de la preparación de los materiales para la edición de 1625, es decir, en 1625 a más tardar. Si el Gráfico 12 refleja genuinamente el orden físico de las hojas en la época de Purchas, debería ser suficiente para fechar tanto la encuadernación del siglo XVII como la foliación en una época posterior.

Puesto que (aparte de cualquier reintegración artificial) las cinco hojas supervivientes del cuadernillo son únicas, habiendo perdido desde hace mucho tiempo sus hojas unidas, su orden al estar sueltas puede no haber sido obvio. Las posiciones de los folios 55 y 54 podrían originalmente haber sido invertidas por alguien que no se dio cuenta de que cada página de texto debía ser leída con sus imágenes enfrente. La presencia del título del cierre de la segunda sección al final del texto en el folio 54v, en lugar de estar después de sus imágenes en el folio 55r, podría haber sido suficiente para causar la inversión de las dos hojas.

Posteriormente, si en la época de Purchas los folios 55 + 53 ya estaban unidos artificialmente en un bifolio en el centro de un cuadernillo, su posterior inversión sería solo un pequeño paso, empujando al folio 55 un paso más hacia atrás, hasta su posición actual, tal como indica el gráfico 11.

Estructura original del Cuadernillo VI, reconstrucción hipotética

Gráfico 13. Cuadernillo VII


El cambio de la sección 2 a la sección 3 del texto del Códice mendocino coincide con el cambio del cuadernillo VI al cuadernillo VII (aparentemente se consiguió deliberadamente por la eliminación original de las últimas cinco hojas del VI después del folio 55) y con un cambio de papel Peregrino a papel Cruz. La estructura del cuadernillo VII podría aceptarse como bastante regular si no fuera por los rastros de evidencia entre los folios 64-65: el hilo suelto en la parte superior y los fragmentos de la lengüeta hacia abajo en el medianil. La aparición de una (aunque no ambas) de las firmas del cuadernillo estándar en el folio 66 implica que el folio 65 sigue perteneciendo al cuadernillo VII. Al menos dos reconstrucciones son posibles:

Cuadernillo VII, reconstrucción A

Esta reconstrucción acepta que la estructura de los folios 56-65 es un cuadernillo regular de diez hojas, pero no explica la lengüeta entre el 64 y el 65, excepto a través de algún efecto no especificado de las alteraciones posteriores.

Gráfico 14. Cuadernillo VII, reconstrucción A


Cuadernillo VII, reconstrucción B

En el supuesto de que no existan alteraciones textuales entre los folios 64 y 65, esta reconstrucción asume una estructura regular similar a la de bifolios en un cuadernillo de diez hojas, excepto que el compañero de conjunto original del folio 56 fue eliminado después del folio 64 y que el folio 65 actual fue un reemplazo inmediato.

Gráfico 15. Cuadernillo VII, reconstrucción B


Cuadernillo VIII, estado después de las reparaciones de 1986, solamente evidencia visible

Para 1986, se habían separado la última hoja del Códice mendocino (71) y la siguiente hoja en blanco (72). En las reparaciones de 1986, estas fueron usadas para formar un bifolio artificial con tejido de reparación y cosidas al cuerpo principal (el hilo estaba rodeado por un pliegue de tejido adicional independiente). Esto hizo necesario empujar el folio 72 hacia afuera, haciendo que sus antiguos agujeros de costura y su lengüeta estuvieran claramente visibles. Se liberó la lengüeta en el medianil del folio 68r (pero se la dejó en su lugar), y se reparó la superficie subyacente con tejido.

Gráfico 16. Cuadernillo VIII


Cuadernillo VIII, presunto estado anterior después de la reencuadernación del siglo XVII

Al igual que en el Cuadernillo VI, la estructura del siglo XVII era artificial. Cada hoja excepto el folio 70 (¿y 72?) fue alineada en el medianil con una lengüeta del papel de reparación ya mencionado. La lengüeta en el folio 71v es visible, tanto en el facsímil Cooper Clark de 1938 y (aunque tal vez ya estaba modificada ligeramente en su forma) en la diapositiva hecha en 1985 para el facsímil de 1992; fue eliminada en 1986 y reemplazada con un tejido más ligero. La lengüeta en el folio 68r fue liberada en 1986, pero las demás todavía están pegadas. Al igual que los folios 55 + 53, los folios 67 + 68 están unidos artificialmente por un doblez del papel de reparación antiguo, para formar el bifolio central del cuadernillo arreglado con hilo en el medianil; pero ahora es imposible decir con exactitud cómo están unidas las lengüetas de los folios 66v, 69r y 71v para encajar en la estructura artificial. No hay ninguna señal de una lengüeta antigua a cada lado del folio 70, pero su recto está pegado al medianil en el folio 69v.

La hoja en blanco, folio 72, tiene antiguos agujeros para coser que muestran un tipo y ubicación similar a aquellos de los folios i-ii, que difieren de las posiciones de la encuadernación del siglo XVII. A pesar de que lleva una marca de agua diferente, el folio 72 probablemente data de la misma época que los folios i-ii y cumplió la misma función, como una hoja de guarda al final del Códice mendocino (que ahora sirve como un espacio en blanco que separa el Códice mendocino de la segunda parte del volumen). Originalmente, estaba colocada más profundamente en la costura, con una lengüeta bastante amplia que, tal vez, estaba plegada alrededor o dentro del Cuadernillo VIII; el área de su antiguo pliegue contiene trazas de decoloración que podrían indicar que en algún momento estuvo alineada en la parte externa con un pliegue de papel de reparación, aunque ahora no queda nada de esto.

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